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La creciente tensión entre Rusia y los países de occidente por una posible invasión a Ucrania tiene en vilo al mercado energético, especialmente del petróleo y el gas
Los ataques aéreos golpean ciudades, los tanques avanzan y las bajas aumentan, mientras Occidente promete más acciones contra Moscú.
Las fuerzas rusas se acercaron a la capital ucraniana de Kiev y la ciudad fue objeto de nuevos bombardeos en las primeras horas del viernes, cuando el presidente Volodymyr Zelensky prometió no rendirse y los defensores de la capital se prepararon para el combate urbano.
Los disparos estallaron en varios barrios del norte de Kiev el viernes por la tarde, en lo que funcionarios ucranianos dijeron que eran enfrentamientos con infiltrados rusos. La artillería y los tanques ucranianos se movían por la ciudad.
Las fuerzas rusas que se habían apoderado del aeródromo de Hostomel al noroeste de Kiev en un asalto aéreo el jueves se unieron a las tropas blindadas rusas que llegaron desde Bielorrusia, y después de fuertes batallas estaban en el borde boscoso de la capital el viernes por la mañana, los soldados ucranianos en la línea del frente dijeron.
Tropas nerviosas, incluidos voluntarios recientemente inscritos vestidos de civil, se estaban atrincherando, con artillería y blindados ucranianos dispersos cerca. Las fuerzas ucranianas dijeron que se estaban preparando para volar los puentes que conducen a Kiev desde el norte y el noroeste.
Kiev fue golpeada por una serie de ataques aéreos rusos que sacudieron el centro de la ciudad durante la mañana después de que el presidente Vladimir Putin ordenara un ataque total contra Ucrania que, según dijo, tenía como objetivo derrocar al gobierno de Zelensky y poner fin a la alineación de Ucrania con Occidente.
Un rascacielos residencial se incendió después de ser golpeado, dijeron funcionarios ucranianos. Miles de residentes de Kiev pasaron la noche en estaciones subterráneas de metro que habían sido convertidas en refugios antiaéreos.
“Esta mañana estamos defendiendo a nuestro país solos”, dijo Zelensky el viernes, vestido con una sudadera militar. “Las naciones más poderosas del mundo solo están mirando desde lejos. Solo la solidaridad y la decisión de los ucranianos podrán preservar nuestra libertad y nuestro estado”.
Las cifras de víctimas no estaban claras. Zelensky dijo que 137 personas habían muerto. Otros funcionarios calcularon el número de víctimas en cientos.
Zelensky dijo que él es el objetivo principal de Rusia, ya que Moscú busca derrocar al gobierno elegido democráticamente de Ucrania. “El enemigo me ha marcado como el enemigo número uno”, dijo. “Quieren destruir Ucrania políticamente destruyendo al jefe de Estado”.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el viernes que Moscú reconoce a Zelensky como presidente de Ucrania, pero aún debe evaluar una sugerencia de Kiev de que podría estar dispuesto a iniciar conversaciones con Rusia para que Ucrania adopte un estatus neutral como país.
El bombardeo del viernes fue mucho más fuerte que los ataques aéreos del jueves, que también alcanzaron áreas residenciales. Justo pasadas las 4 am en el barrio Darnitsa de Kyiv en la orilla este del río Dnipro, grandes fragmentos de un misil balístico impactaron en un complejo de edificios residenciales, según oficiales militares en el lugar. Los equipos de rescate dijeron que hubo víctimas mortales.
Los informes, que eran contradictorios, sugirieron que la explosión se debió a un dron o un misil derribado por las fuerzas de defensa aérea ucranianas. Un hombre dijo que estaba en su casa cuando ocurrió el ataque. “Salí al balcón a fumar un cigarro y algo golpeó”, dijo. “Ahora no puedo oír nada”.
La explosión cavó un cráter en el suelo en la base de un bloque de apartamentos de 10 pisos y atravesó por completo decenas de apartamentos, reventando ventanas a ambos lados. Los fuegos iluminaron el cielo nocturno. Las ventanas de un jardín de infantes a 50 metros de la explosión también volaron.
Los residentes aturdidos deambularon por el sitio horas después. Roman Karmazin, de 47 años, reunió toda la ropa que podía llevar, incluidos los zapatos para su hijo de 6 años, Artem. "¿Qué vamos a hacer ahora?" él dijo.
“La última vez que nuestra capital experimentó algo así fue en 1941, cuando fue atacada por la Alemania nazi”, dijo en Twitter el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba. “Ucrania derrotó ese mal y vencerá a este”.
Funcionarios ucranianos dijeron que Rusia había atacado en un amplio frente a lo largo de las fronteras del país desde Bielorrusia al norte, Rusia al este y Crimea controlada por Rusia al sur. Se encontraron con una fuerte resistencia ucraniana.
Rusia no ha logrado tomar ninguno de sus objetivos principales en la primera ola del ataque, dijo el secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace. “Está retrasado en el calendario esperado”, dijo, y agregó que Rusia había perdido 450 efectivos durante la ofensiva.
Al caer la noche del jueves, las fuerzas rusas habían capturado la ahora desaparecida central nuclear de Chernobyl construida por los soviéticos, el sitio del peor desastre de energía atómica del mundo y la zona de exclusión circundante, dijo Kiev.
La Casa Blanca dijo que tenía informes creíbles de que los soldados rusos tenían al personal en el sitio nuclear como rehenes. Los videos publicados por las autoridades ucranianas mostraron evidencia de feroces combates en todo el país, con aviones derribados, tanques dañados y vehículos blindados de personal de ambos lados.
El presidente Biden calificó la medida de Putin como un ataque no provocado e injustificado y dijo que Estados Unidos impondría nuevas sanciones a los bancos rusos, las élites del país y sus empresas estatales más grandes, intensificando los esfuerzos de Washington para castigar a Moscú.
La ofensiva, para la cual se concentraron alrededor de 190,000 soldados alrededor de Ucrania, representó el movimiento más agresivo de Putin para reparar lo que él considera pérdidas rusas desde el colapso de la Unión Soviética, el final de la Guerra Fría y la expansión del Atlántico Norte. Organización del Tratado y la Unión Europea hacia las fronteras de Rusia.
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