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La creciente tensión entre Rusia y los países de occidente por una posible invasión a Ucrania tiene en vilo al mercado energético, especialmente del petróleo y el gas
El Ministerio de Defensa ruso dijo que ha destruido 16 instalaciones militares ucranianas en Járkov, Zaporiyia, Donetsk y Dnipropetrovsk
Rusia dijo el lunes que ha atacado cientos de objetivos militares en Ucrania durante la noche, destruyendo puestos de mando con misiles lanzados desde el aire, mientras que las autoridades de la ciudad de Leópolis, al oeste del país, que hasta ahora se ha librado de los bombardeos más intensos, dijeron que un ataque con misiles mató a seis personas.
El Ministerio de Defensa ruso dijo en un comunicado que ha destruido 16 instalaciones militares ucranianas en las regiones de Járkov, Zaporiyia, Donetsk y Dnipropetrovsk y en el puerto de Mykolaiev, en el sur y el este del país.
El ministerio añadió que la aviación rusa lanzó ataques contra 108 localizaciones donde se concentraban las fuerzas ucranianas, y que la artillería rusa atacó 315 objetivos militares ucranianos durante la noche.
El ejército ruso, que ha sido rechazado por la resistencia ucraniana en el norte, ha vuelto a centrar su ofensiva terrestre en Dombás, al tiempo que ha lanzado ataques a larga distancia contra otros objetivos, incluida la capital, Kiev.
Las fuerzas rusas están intentado tomar el control total de Mariúpol, el principal puerto de la región del Dombás, que se ha visto sometido a asedio durante semanas y sería un premio estratégico para Rusia, ya que une el territorio en manos de los separatistas prorrusos en el este de Ucrania con la región de Crimea, que Moscú se anexionó en 2014.
Las autoridades ucranianas dijeron que varios misiles alcanzaron instalaciones militares y un punto de servicio de neumáticos de automóviles en Leópolis, a tan sólo 60 km de la frontera con Polonia. El alcalde de la ciudad, Andriy Sadoviy, dijo que siete personas murieron y 11 resultaron heridas en los ataques.
La explosión destrozó las ventanas de un hotel en el que se alojaban evacuados de otros lugares del país, añadió Sadoviy.
Rusia niega haber atacado a la población civil y ha rechazado lo que, según Ucrania, son pruebas de atrocidades, afirmando que se trata de un montaje para socavar las conversaciones de paz entre ambas partes. Moscú califica su actuación como una "operación militar especial" para desmilitarizar Ucrania y erradicar lo que denomina "peligrosos nacionalistas".
Occidente y Kiev acusan al presidente ruso Vladimir Putin de agresión no provocada.
BATALLA POR MARIÚPOL
El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, dijo que las tropas en el pulverizado puerto de Mariúpol seguían luchando el domingo, a pesar de la exigencia rusa de rendirse antes del amanecer.
"La ciudad todavía no ha caído", dijo al programa "This Week" de la cadena ABC, y añadió que los soldados ucranianos seguían controlando algunas partes de la ciudad del sureste del país.
El sábado, Rusia dijo que se había hecho con el control de las zonas urbanas de Mariúpol y que algunos combatientes ucranianos permanecían en la planta siderúrgica de Azovstal, una de las mayores plantas metalúrgicas de Europa, que cubre más de 11 km2 y cuenta con vistas al mar de Azov.
En vísperas de la guerra, era la ciudad más grande que seguía en poder de las autoridades ucranianas en la región oriental conocida como el Dombás, que Moscú ha exigido que Ucrania ceda a los separatistas prorrusos.
La toma de la ciudad portuaria uniría a las fuerzas rusas en dos de los principales ejes de la invasión, y las liberaría para unirse a una esperada nueva ofensiva contra la principal fuerza ucraniana en el este.
En las calles de Mariúpol, pequeños grupos de cadáveres se alineaban bajo mantas de colores, rodeados de árboles destrozados y edificios calcinados.
Los residentes, algunos empujando bicicletas, se abrían paso entre los restos de tanques y vehículos civiles destruidos, mientras los soldados rusos comprobaban los documentos de los automovilistas.
Entre ellos se encontraba Irina, que trataba de abandonar la ciudad junto a una sobrina herida en el bombardeo.
"Espero que reconstruyan (Mariúpol). Lo más importante son los sistemas de energía. El verano pasará rápido y en invierno será difícil", dijo.
Serhiy Gaidai, el gobernador de la vecina región de Luhansk, dijo que los combates callejeros entre las tropas ucranianas y las rusas han comenzado y repitió un llamamiento a la población para que abandone la zona.
Las fuerzas rusas avanzaron durante la noche y tomaron Kreminna, dijo Gaidai en un discurso televisivo, añadiendo que las autoridades ya no pueden sacar a la gente de la ciudad.
Gaidai añadió que cuatro civiles fueron asesinados a tiros mientras intentaban huir en coche de Kreminna. Reuters no pudo verificar la información de forma independiente.
Ucrania y Rusia no se han puesto de acuerdo por segundo día sobre la organización de convoyes humanitarios para la evacuación de población civil de las zonas afectadas por la guerra, dijo la vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk.
"Por razones de seguridad, se decidió no abrir hoy los corredores humanitarios", dijo Vereshchuk en un mensaje en la aplicación Telegram.
Cerca de 4 millones de personas han huido de Ucrania, numerosas ciudades han quedado destrozadas y los muertos de cuentan por miles desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.
Los daños económicos causados por la guerra también son importantes. Shmyhal dijo que el déficit presupuestario de Ucrania es de unos 5.000 millones de dólares al mes, e instó a los Gobiernos occidentales a prestar más ayuda financiera a Ucrania.
Las empresas estadounidenses pueden tener o vender deuda rusa, pero no pueden comprarla, según la Oficina de Control de Activos
La organización también estima que la inflación, que ya era alta en el mundo, aumentará por lo menos otro 2% a finales de 2022
Con las medidas que ha tomado Occidente, ese país queda como el más vetado, incluso por encima de Irán, Siria, y Corea del Norte