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La creciente tensión entre Rusia y los países de occidente por una posible invasión a Ucrania tiene en vilo al mercado energético, especialmente del petróleo y el gas
Una tormenta afectó el suministro en la costa, de inmediato, los futuros del Brent volvieron a superar la línea de US$120 por barril
Ayer volvió el miedo de cómo reaccionaría el mercado internacional ante la ausencia del petróleo de Rusia en el suministro general. Mientras el martes el Brent se movía entre US$114 y US$116, ayer lo hizo en un rango de US$120 a US$122, y el WTI en línea de US$114.
El analista financiero, Gregorio Gandini explicó que la subida durante el miércoles fue resultado de “una tormenta que afectó el suministro de crudo que viene de Kazajistán y Rusia a través del Consorcio del Oleoducto del Caspio, en la costa del Mar Negro”.
“Eso por supuesto alimenta el nerviosismo del mercado que se continúe reduciendo la oferta de crudo”, agregó Gandini, y precisamente la subida del petróleo es un primer llamado de cómo pueden seguir subiendo los precios una vez haya menor cantidad de bombeo ruso.
Se trata de una zona importante. Rusia dijo que las exportaciones de petróleo a través del oleoducto desde Kazajistán hasta el Mar Negro pueden caer temporalmente en alrededor de 1 millón de barriles por día, lo que representa por lo menos 1% de la demanda mundial de petróleo; reporte que se dio por los daños de las tormentas.
El temor de cómo se movería el mercado nace del reporte de la Administración de Información de Energía de EE.UU., en el que según ellos, Rusia figura como el tercer mayor productor de petróleo del mundo, responsable de más de 10% del suministro mundial.
Pero hay que recordar otro análisis del sector que apunta a que en 2021 el promedio del año cerró con 9,7 millones de barriles diarios, e incluso picos de 11 millones por parte de los rusos. Con esas cifras es el segundo productor a nivel global, después de los 10,2 millones de la Unión Americana.
Igualmente, si se miran sus reservas probadas, la Agencia Internacional de Energía en 2020 estimaba que Rusia era el sexto de la lista con 107.000 millones de barriles en cuanto a su potencial. Adicional al movimiento de petróleo, Rusia, que mueve casi 40% del gas de Europa, recibirá más golpes por parte de la UE, el bloque planea reducir sus importaciones de gas natural ruso en dos tercios para fines de este año.
Hasta el momento, luego de los avances de las sanciones a Moscú por parte de los gobiernos líderes de Occidente, Estados Unidos y Canadá fueron de los primeros en prohibir el poco petróleo ruso que importan, mientras que la Unión Europea está considerando un veto mayor. Las medidas restrictivas de los occidentales hasta ahora han evitado limitar directamente la mayor parte de las exportaciones de energía de Rusia. Sin embargo, las decisiones de EE.UU. y la UE ya han cortado el acceso de Rusia a financiamiento y tecnología avanzada para desarrollar y mantener sus campos envejecidos.
Otro reporte del sector energético deja ver cómo un buen número de compañías de la industria, pero occidentales, están interrumpiendo importantes proyectos desde el Ártico hasta el Océano Pacífico. Mientras tanto, los comerciantes y los bancos han estado evitando los cargamentos de petróleo ruso en las últimas semanas. Todo eso amenaza la producción petrolera rusa, que representa uno de cada 10 barriles bombeados a nivel mundial.
Otros territorios con fuertes reservas de petróleo, pero también sancionados, como Irán y Venezuela, han tenido problemas para recuperarse del gran golpe a la producción que esas restricciones han causado. Los analistas advierten que Rusia también podría hacerlo.
Bloomberg recordó la posición de Mikhail Krutikhin, socio de la consultora independiente RusEnergy que asesora a las compañías petroleras de ese país, quien alerta que “esto hará retroceder a la industria muchos años. Significa pérdida de competitividad”.