Servicios fúnebres pueden llegar a costar unos $12 millones si cuenta con un seguro

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Hasta morirse sale caro. Por la crisis global y los fenómenos macroeconómicos como la inflación y la disparada del dólar, lo que anteriormente se compraba a un precio, hoy cuesta más. Por eso, debido al IPC de 11,24% anual y un dólar que ya ronda $4.600, LR se dio a la tarea de sondear cuánto cuesta el trámite luego de un fallecimiento.

Actualmente, un servicio funerario, dicho por una actor del sector, Prever, puede costar desde $2 millones hasta $12 millones dependiendo del estrato social, esto, si la persona no contaba con un seguro o previsión de exequias. Si se discriminan los valores, hay cofres que pueden iniciar desde $500.000 hasta $10 millones, dependiendo del tamaño y material del mismo.

Siguiendo esa línea y para darse una mejor idea de cómo está el “costo de la muerte”, aquí están tres casos hipotéticos.

Tomar un plan fúnebre básico, que incluye trámites notariales, recogida del cuerpo, preparación y preservación del mismo, ataúd, coche fúnebre, cinta en el carro, transporte para acompañantes, ceremonia religiosa, arreglo floral, y opción de cremación o bóveda, pero en cementerios distritales, cuesta el valor ya mencionado que son $2 millones. Ahora, si la familia lo que desea es un entierro en cementerio privado, por ejemplo, en Jardines del Paraíso, el paquete fúnebre le puede salir por $4 millones, incluyendo todos los servicios adicionales mencionados. Pero, si desea algo más económico, funerarias como Montesacro tienen la opción de optar por un servicio exequial sin velación, por $1,5 millones. Los precios fluctuarán dependiendo del tipo de descanso final que se elija, si el traslado del cuerpo es local o nacional, del material del ataúd y demás complementos.

Pero, como se mencionó, todos estos costos serían en caso tal de no contar con seguro exequial, de lo contrario, los cálculos cambian. Hoy en día, las personas que buscan pólizas exequiales pueden encontrar planes desde $12.000 hasta $37.500 mensuales. En el año, eso podría representar un valor aproximado de $400.000, cifra que todavía sigue siendo menor a la de adquirir un paquete fúnebre sin seguro, más si se tiene en cuenta que ese montó es para asegurar 11 personas.

Además, el panorama indica que morirse puede ser todavía más caro para el año entrante, pues empresas como Prever dicen que el ajuste salarial que tiene previsto para 2023 el Gobierno Nacional (un aumento de 10,7%), sí podría impactar fuertemente el precio de venta al consumidor final, ya que las funerarias son un sector intensivo en mano de obra. “Los servicios han aumentado en sus costos de producción, en los insumos.

Lo que sí puede aumentar el factor de venta son las reformas laborales que se anuncian se harán el próximo año, como el incremento salarial. Lo anterior porque este es un sector intensivo en mano de obra, que necesita mucho personal para la fabricación de los cofres o en la preparación del destino final”, dijo el gerente de operaciones de Prever Manuel Vergara. Por ejemplo, indica que, por la crisis global, los proveedores han aumentado el precio de los cofres, ya que la madera con la cual se fabrican, vienen de China.

Las opciones fúnebres más demandadas
Elegir cómo terminar luego de que se fallece es una opción que muchas personas prefieren asegurar adquiriendo pólizas o planes exequiales. Sin embargo, hasta el momento, no abundan las opciones para escoger ese plan. Las existentes son las tradicionales: o la inhumación (los entierros en tierra o en losas), o la cremación (cenizas). En Grupo Recordar, se reportó que la opción más solicitada en 2021 fue la inhumación, con un total de 17.112 servicios; y en 2022, hasta mayo, la cifra va en aproximadamente 4.189.