"La crisis se verá en décadas y nuestros nietos vivirán mucho peor que nosotros"

La agenda del tercer día del presidente Gustavo Petro en Davos, Suiza, terminó con una declaración a medios en la que discutió, nuevamente, el papel de la economía de mercado y el capitalismo en la crisis climática.

Terminadas sus reuniones con otros asistentes al Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) como el CEO de Coca Cola, James Quincey, Petro insistió en que la búsqueda ampliada y desregularizada de ganancias no permitirá que entren tecnologías limpias a reemplazar las fósiles si aquellas no demuestran mayor capacidad en aumentar la productividad.

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"Las empresas no tomarán decisiones de cambio a las tecnologías limpias si estas no aumentan la productividad de sus trabajadores. Una mayor energía usada en la producción en todo el planeta implica democratizar la generación de energías limpias en cada habitante de la tierra", dijo.

Debido a esto, agregó, es que la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera crece y se acelera, a pesar de los discursos y la retórica política. "Nos estamos acercando el punto de no retorno en el que, en cuestión de años, comenzarán las extinciones", apuntó.

Para ello, según el mandatario, los empresarios de Davos como Quincey, deben pensar en el capitalismo descarbonizado como su última posibilidad. Este, dijo Petro, tiene que reconstruir el poder planificador de las naciones en la medida que el hueco que dejará la búsqueda de ganancias para acelerar la transición, se llene con la planificación pública, global y democrática.

"Esto implica que las COP tengan poder vinculante en sus decisiones. Si la Organización Mundial del Comercio o un tratado de libre comercio cualquiera es vinculante, ¿por qué las decisiones sobre la corrección de la crisis climática no lo son? ¿Por qué son apenas sugerencias en medio de la catástrofe?", se preguntó el mandatario.

El capitalismo descarbonizado, agregó, no solo tiene que acabar con los paraísos fiscales que debilitan los presupuestos públicos para la transición, sino también con las grandes infraestructuras de capital fijo, las cuales, dijo, deben desvalorizándose para darle campo a otras como las grandes redes férreas de transporte público.

"El nuevo sistema debería contemplar que ciertos derechos fundamentales dejen de ser mercancías sujetas a ganancia, como el agua potable, la alimentación básica, la salud preventiva y sus medicinas", dijo e instó, nuevamente, a que se cambiara deuda por acción climática.

"Los países hoy sobre endeudados no tienen recursos ni para las obras de adaptación ni para las de mitigación de la crisis climática. La solución que proponen las conferencias climáticas de la ONU es endeudarse más, una solución improcedente".

Por último, el mandatario dijo que esto no es en milenios, es de décadas, por lo que las siguientes dos generaciones "van a vivir mucho peor que nosotros. La idea del progreso se derrumba si no detenemos la crisis".

"Si el capitalismo de los últimos 30 años no es capaz de solucionar el problema que el conjunto del capitalismo produjo en la historia, entonces este capitalismo acabará con la humanidad o la humanidad lo enterrará para poder seguir viviendo", sentenció.