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Colombia tiene todo el potencial para ser un productor de energías limpias y el Gobierno ya dio el punto de partida con la transición energética
La empresa trazó la hoja de ruta para que este combustible sea flexible y dinámico, y así garantizar el mercado energético en la transición
La Transportadora de Gas Internacional (TGI) le apostó a la creación de una Hoja de Ruta del Gas Natural con la cual se plantea un camino estratégico para acelerar los procesos de descarbonización y con esto contribuir con la meta del gobierno de llegar a cero emisiones netas en 2050.
La razón, para la filial del Grupo Energía Bogotá (GEB) el mundo enfrenta una crisis climática que se debe principalmente a la excesiva concentración de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera y una devastación paralela de los ecosistemas que soportan su absorción y habilitan la vida, con altos costos para la salud humana y el planeta.
Esta Hoja de Ruta la presentó TGI en un trabajo en conjunto con el GEB y el Centro Regional de Estudios de Energía (CREE), y su clave radica en que confirma la importancia y el rol del gas natural en la transición energética durante los próximos 50 años.
“En Colombia las emisiones de GEI, en proporciones contrarias a lo que pasa en el resto del mundo, se deben en un 59,1% al uso del suelo, a la ganadería, la agricultura y la deforestación, seguido por la energía en un 30,7% (consumo, generación, transporte, fugas, construcción y manufactura)”, señaló Mónica Contreras Esper, presidenta de TGI.
La hoja de ruta propone 22 acciones a corto, mediano y largo plazo que se deben ejecutar en un trabajo coordinado entre empresas del sector, los ministerios de Minas y Energía, Ambiente, Ciencias, Hacienda, e Interior, y entidades adscritas como la Agencia Nacional de Hidrocarburos, la Superintendencia de Industria y Comercio, la Unidad de Planeación Minero Energética, la Superintendencia Servicios Públicos Domiciliarios, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, los gremios y los Centros Investigación de universidades.
“Aporta elementos para la toma de decisiones con base en escenarios realistas de cara a costos, disponibilidad y tiempos de entrada de renovables y nuevas tecnologías.
Algunas de las recomendaciones dirigidas en su mayoría a los hacedores de política pública se destacan por decisiones que permiten flexibilizar marcos regulatorios para dinamizar el mercado, la integración de actividades para fomentar la competencia y permitir la conexión de nuevos usuarios”, subrayó Contreras.
Entre otras las recomendaciones, se resalta: dar seguridad de largo plazo en el abastecimiento desarrollando todas las fuentes de reservas, alistando la infraestructura de importaciones de manera oportuna y promoviendo contratos de largo plazo en el suministro y el transporte; y dar transparencia al mercado sobre la información de reservas probadas y reducir los tiempos para pasar a este estado las reservas probables.
Además, disponer de una red confiable y adaptada asegurando la ejecución cierta y oportuna del Plan de Abastecimiento del Gas Natural; impulsar el consumo de gas natural en el transporte de carga pesada y pasajeros de larga distancia acorde con metas integrales de movilidad sostenible; e identificar incentivos y programas de apoyo técnico para las sustituciones de los consumos industriales.
A través de la implementación de auditorías energéticas, podemos identificar áreas de oportunidad en nuestros procesos y equipos, lo que nos permitirá reducir el consumo energético de manera significativa
Ya se han desplegado más de 15 acciones de las 60 planteadas en la hoja de ruta, especialmente en lo que tiene que ver con el eje de regulación de esta industria
Esta fuente de energía es fundamental para el suministro eléctrico del territorio nacional y permite contar con una matriz limpia, eficiente y confiable