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Las firmas más importantes del país hablan de la irrupción de nuevas tecnologías en los diferentes campos legales
Según Lorenzo Villegas, socio de CMS Rodríguez Azuero, aunque la tecnología es bienvenida, es necesario saber cómo utilizarla
El uso de la tecnología no solo ha logrado penetrar y cambiar el ritmo productivo de la mayor parte de las empresas del mundo, en los últimos tiempos, sino que también se ha metido a gestionar varias actividades de gran relevancia, como son las legales o jurídicas.
Sin embargo, aunque los jueces están facultados normativamente para aplicar este tipo de avances al momento de administrar justicia, se hace relevante que sepan utilizar apropiadamente dichas herramientas, ya que no todas son confiables, pues algunas ofrecen resultados erróneos, fuentes inventadas e información falsa, según los expertos.
“La tecnología está cambiando la forma de hacer las cosas y transforma la administración de justicia, pero su límite debe ser el debido proceso, la garantía de los derechos sustanciales y la protección de los derechos fundamentales. En la Inteligencia Artificial particularmente, están presentes riesgos que se deben evitar, por eso hay que contrastar que la información obtenida sea correcta, para precaver errores, parcialidades o sesgos”, explica Ulises Canosa Suárez, presidente del Instituto Colombiano de Derecho Procesal.
Por eso mismo, el Ministerio de las TIC actualmente estructura un Conpes, con el fin de presentar la hoja de ruta de la IA en el país. Según el ministro Mauricio Lizcano, la norma dictará disposiciones para el uso, intercambio, aprovechamiento de la infraestructura de datos del Estado y la interoperabilidad de los sistemas de información de las entidades públicas.
Con el ánimo de entender, un poco más, hacia qué dirección se dirige la tecnología en el ejercicio legal en el país, consultamos a Lorenzo Villegas Carrasquilla, socio de CMS Rodríguez Azuero.
Es común que los clientes tengan sigilo frente al uso de la IA en su actividad comercial, especialmente por las dudas que esta tecnología levanta respecto de propiedad intelectual, confianza en la información y uso de la imagen de terceros, entre otros. Es relevante que el abogado pueda abordar estas consultas teniendo en cuenta que las normas son tecnológicamente neutras, y que, hasta el momento, no hay regulación expedida específicamente respecto de la IA.
En cuanto a procesos judiciales o trámites ante autoridades administrativas, la aplicación de herramientas de IA supone un reto que no está aun directamente abordado con respecto a la precisión y certeza de las reglas de derecho, o la valoración, aplicadas por la respectiva autoridad, y los deberes que le asisten a las partes y apoderados con respecto a la administración de justicia y la función pública.
En primer lugar, la motivación de una decisión, sea sentencia judicial o acto administrativo, es un deber que le asiste a las autoridades como consecuencia del derecho al debido proceso que tienen los usuarios de la administración de justicia y la función pública.
El deber riguroso que necesitan seguir las autoridades, en ese sentido, podría llegar a ser incumplido por un defecto atribuible al sistema de búsqueda o la respuesta que brinde una herramienta de IA frente a la regla de derecho aplicable a un caso en concreto, o la valoración misma de los hechos del caso.
En definitiva, la tensión entre el derecho al debido proceso y el uso de una herramienta de esa naturaleza puede representar el vacío más retador con respecto a la administración de justicia, y las actuaciones de autoridades públicas.
Por otro lado, el uso de esas mismas herramientas para la presentación de memoriales o de un caso ante la jurisdicción o la Administración Pública, puede afectar el celoso cumplimiento a los deberes de los apoderados asociados a actuar con conocimiento del ordenamiento jurídico nacional, así como en el seguimiento del estándar de lealtad y honradez frente al cliente y la contraparte.
Las nuevas tecnologías no implican necesariamente nuevas áreas de práctica en las firmas de abogados. Los retos que suponen las nuevas tecnologías, en muchos casos, pueden resolverse con las áreas de práctica que ya existen, como propiedad intelectual, derecho de la competencia, derecho comercial y de los contratos, entre otros.
Los abogados de estas áreas de práctica tienen el reto de analizar los nuevos desafíos legales que surgen con tecnologías como la IA para que sean abordados de conformidad con las normas aplicables, incluso cuando no hay normas específicamente creadas para la IA. Es relevante que las normas sigan siendo neutralmente tecnológicas para que, con el paso del tiempo, no se tornen obsoletas y puedan seguir abordando problemáticas.
La obra original debe reflejar la personalidad del autor.
La aplicación de la IA al desarrollo del derecho ha contribuido a facilitar, al público, en general, el acceso a la información legal, promoviendo así una mayor transparencia y comprensión del sistema. Estas herramientas también permiten analizar grandes volúmenes de información y simplificar la búsqueda y el procesamiento de datos, haciendo que la información sea más accesible y comprensible.
Yuliana Salamanca, socia de Propiedad Intelectual de Baker Mckenzie, puntualizó que la IA revolucionó toda la profesión legal
Jaime Iglesias Gallardo, socio de Garrigues, explicó en qué consiste esta herramienta y cómo los pone a la vanguardia
Para Mauricio Jaramillo, socio de Gómez Pinzón, la implementación de la tecnología ayuda a evitar las labores más repetitivas