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Las firmas más importantes del país hablan de la irrupción de nuevas tecnologías en los diferentes campos legales
Para Mauricio Jaramillo, socio de Gómez Pinzón, la implementación de la tecnología ayuda a evitar las labores más repetitivas
Para nadie es un secreto que durante los últimos años la tecnología ha venido avanzando a pasos agigantados, hasta el punto de transformar gran parte de las industrias, que aunque todavía les falta terreno para dominar completamente la revolución 4.0, han tenido que comenzar a mirar cómo se empiezan a ajustar a lo que demanda la 5.0, en su relación de fusionar las capacidades de computación cognitiva con el ingenio humano.
El sector legal no ha sido ajeno a esa evolución, y por el contrario, con la entrada en vigencia de conceptos como ‘Legal Tech’, que acoge toda serie de tecnologías para el desarrollo del trabajo de abogados y de operadores jurídicos públicos, ha tenido que enfrentarse a innovaciones, como: blockchain, machine learning, robotics, data science y especialmente Inteligencia Artificial, IA, que llega a desarrollar funciones humanas nunca antes pensadas, aunque también ejerce ciertos riesgos de ciberseguridad, que pone sobre el tintero la necesidad de usarla con ‘pinzas’, para así evitar problemas.
Sin embargo, de acuerdo con Camila Orrego, asociada senior de Cuatrecasas, “aunque actualmente en Colombia no existe regulación específica sobre cada una de las tecnologías, ni para su uso, si hay un marco normativo en relación con la protección de datos, el cual se ve reflejado en el uso de tecnologías en IA y data science”.
Para entender un poco la manera en que estos desarrollos han logrado penetrar en el ejercicio del derecho, hablamos con Mauricio Jaramillo, socio de Gómez Pinzón, quien ratifica las dimensiones que ha tenido la aplicación de la nueva tecnología, en el campo legal.
Por supuesto, y apenas estamos empezando a dimensionar el verdadero cambio que se acerca. Desde hace ya varios años venimos experimentando una transformación en la forma de prestar el servicio y en la celeridad del mismo; en la capacidad de almacenamiento, acceso y procesamiento de información; en la facilidad de realizar labores sistemáticas y repetitivas; en la cercanía con el cliente, la contraparte y la autoridad y en el contenido mismo de los entregables. Definitivamente, hay un cambio integral en la forma de prestar el servicio legal.
La IA implica capacidad de procesamiento de información, de producción de documentos con base en el análisis de dicha información y en el conocimiento adquirido; asimismo, en la capacidad práctica de explotación del know how adquirido durante años de prestación de asesoría, etc. Es un recurso que genera grandes beneficios para el desarrollo de la profesión, con el fin de que el trabajo del abogado sea cada vez más estratégico, de análisis, de planeación, y de realizar menos labores repetitivas o de memoria.
Como en todas las disrupciones tecnológicas, en la IA- sin regulación- paulatinamente se van identificando necesidades regulatorias derivadas de su desarrollo; lo importante es que si se va a dar tal regulación, no sea un obstáculo al desarrollo y a la innovación, sino que le sirva de apoyo y que, por el contrario, permita la fácil incorporación de la misma al día a día de las operaciones.
Nace la necesidad de tener equipos formados o preparados para la aplicación de las innovaciones tecnológicas, así como de contar con personal con otros perfiles profesionales, que aporten al crecimiento del nuevo modelo de negocio y que se tenga en cuenta la capacitación.
Para la firma de abogados Gómez Pinzón, la Inteligencia artificial es útil en relación con sentencias y fallos judiciales ya que permite el almacenamiento, procesamiento y análisis de información, siendo esta una de las grandes virtudes de las nuevas tecnologías. Por otro lado, en la actividad judicial, le permite a la autoridad fácil y rápidamente acceder y procesar la información, y además, conocer los antecedentes.
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La industria legal no es ajena a este impacto, pues ya hace algunos años se han venido incorporando tecnologías innovadoras y disruptivas en la prestación de servicios legales
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