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Conozca quiénes son los abogados líderes en derecho ambiental en Colombia, cuáles son las mejores universidades para estudiar derecho y cómo les fue a los bufetes en ingresos durante el año pasado.
Creación de nuevas empresas y marcas contribuye con su auge a nivel nacional.
La expansión de nuevas marcas y lemas comerciales, gracias a iniciativas y políticas públicas que han facilitado el emprendimiento y el surgimiento de sociedades en Colombia, ha convertido a la propiedad intelectual en una de las áreas de práctica en derecho con mayor auge y potencial a nivel nacional, apoyada en el trabajo y liderazgo de firmas de Bogotá pero también en otras ciudades que aprovechan su crecimiento como Cali y el suroccidente del país.
La Dirección de Signos Distintivos de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) atiende entre 3.000 a 4.000 peticiones de registro marcario por mes, una razón por la que la asesoría y protección en este ámbito es fundamental para todo tipo de compañías en las regiones.
Es así que bajo este panorama, la firma AZC Abogados realizó la apertura de una unidad de negocio autónoma especializada en propiedad intelectual que impactará el suroccidente del país ante el crecimiento de temas relacionados con este campo.
De acuerdo con datos de la SIC entre 2010 y 2017, este bufete indicó que se incrementó en el Valle del Cauca las solicitudes de marcas y lemas comerciales en 68%, las solicitudes de patentes de invención o modelos de utilidad en 140% y los diseños industriales en 180%, lo que representa un crecimiento anual promedio significativo y de dos dígitos para cada una de las categorías indicadas.
Andrés Felipe Rahn, director de la nueva unidad de AZC Abogados, explicó que “es una rama del derecho que inspira; ver y trabajar de la mano de inventores, emprendedores, artistas y empresas que por medio de la innovación y la creación impactan positivamente al país, es muy estimulante”.
A su vez, Andrés Felipe Zafra, director general de la firma, expresó que “estamos muy contentos con la apertura del área; vemos un vacío en la oferta de estos servicios, los cuales son imprescindibles para impulsar el desarrollo económico, social y cultural de la región.”
Carlos Amaya, socio de Amaya Propiedad Intelectual, expresó por su parte que “si bien esta práctica se podría considerar nueva en el país, la promoción y capacitación en temas como el registro de marcas, patentes y acciones legales relacionadas, realizada por la SIC, ha permitido que los empresarios conozcan más de cerca la importancia de obtener y proteger los derechos de propiedad industrial”.
Sobre la proyección, Zafra agregó que “en Colombia la protección de la propiedad intelectual ha crecido significativamente en los últimos años, la apuesta ahora es hacer que los empresarios colombianos lideren la lista de solicitantes de nuevas creaciones en el país, y allí es precisamente donde firmas locales con divisiones especializadas juegan un papel importante en esta meta”.
Otro de los bufetes con un amplio recorrido en esta materia y que cuenta con presencia en Bogotá, Medellín y Barranquilla es Cavelier Abogados. Para Eduardo Varela, socio y director de la práctica de derecho de autor, derecho del entretenimiento y medios de este bufete, “el crecimiento de la propiedad intelectual en el país está ligado y es proporcional al aumento de emprendedores. El mayor volumen de clientes son emprendedores que salen al mercado con innovaciones en software, apps móviles de pymes”.
Colombia tiene 27 denominaciones de origen en la SIC
Los productos más característicos de la cultura colombiana se recogen en 27 denominaciones de origen, inscritas en el Registro Nacional de Propiedad Intelectual de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). Algunas de las más destacadas incluyen el sello de la Federación Nacional de Cafeteros, que tiene signos como Café de Colombia y otras variedades. También están los Bocadillos Veleños, el Sombrero Vueltiao cuyo nombre es Tejeduría Zenú y productos tradicionales como las Achiras del Huila, el Queso Paipa, entre los protegidos.
Es una nueva propuesta de firmas de abogados y nace como reacción a la evolución de la sociedad y negocios tradicionales.
La firma Brigard Urrutia abrió operación en Colombia en 1934.
No obstante, el ingreso puede variar según el tamaño de la firma, especialidad y clientes que se tengan.