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El Banco Mundial, Cepal, el FMI y la Ocde, pronosticaron para Colombia un crecimiento económico que oscilaría entre 5,1% y 7,6% para cierre del año 2021
Desde que se comenzaron los procesos de vacunación contra el covid-19 en varias partes del mundo, y a medida que estos mismos han avanzado con cierto margen de éxito, los pronósticos sobre el crecimiento económico mundial lanzados por los organismos internacionales se han tornado cada vez más optimistas.
Entidades como el Banco Mundial, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), pronosticaron para Colombia un crecimiento económico que oscilaría entre 5,1% y 7,6% para cierre del año 2021, y otro que gira entre 3,5% y 4,2% para 2022.
“Este 2021 en Colombia vamos a tener un efecto rebote, es decir, se crecerá más porque se aumentó la producción, la demanda y la oferta, pero también porque venimos de una fuerte caída de 2020. Es más fácil crecer cuando se viene de cifras bajas”; explicó Giovanni Reyes, profesor de la escuela de administración y director de estrategia y negocios internacionales de la Universidad del Rosario, de cara a las proyecciones presentadas.
Con respecto al crecimiento económico del país, José Manuel Restrepo, ministro de Hacienda, señaló que los indicadores que venimos registrando muestran que el segundo trimestre, a pesar de los bloqueos de vías y los actos vandálicos, también va a tener una tasa alta.
La Cepal, por ejemplo, anticipó que para el caso de Colombia, la estimación de la Cepal es que habrá un crecimiento económico de 5,4% para 2021, mayor al 5% que se había proyectado inicialmente, y de 3,8% para 2022.
Para la región de América Latina y el Caribe, la Cepal estimó que la economía crecerá cerca de 5,2% en 2021, aunque persiste la incertidumbre sobre el desempeño de cada país debido a los avances desiguales en sus planes de vacunación contra el covid-19 y la forma de enfrentar problemas estructurales.
Así mismo, el Banco Mundial (BM) reveló que el crecimiento proyectado para el país durante 2021 será de 5,9%, lo que significa una mejora de un punto porcentual frente al panorama revisado por el BM en enero. Para 2022 el organismo internacional estimó una estabilización de 4,2%.
El organismo de banca multilateral proyectó además un crecimiento de 5,6% en el Producto Interno Bruto (PIB) global, lo que representa una mejora de 1,5 puntos porcentuales respecto a lo pronosticado en enero de este año, cuando la revisión fue de 4,1%.
Por su parte, en el más reciente informe sobre las perspectivas económicas del FMI para 2021 y 2022. Según las proyecciones de la entidad, Colombia crecerá 5,1% en su PIB este año, y se espera que la economía crezca 3,6% el próximo año.
El organismo calcula que el crecimiento económico de América latina y el caribe será de 4,6% en el año.
Ahora bien, pese a que las estimaciones son positivas de cara a la reapertura de los distintos sectores económicos, la Ocde, por su parte, señaló a Colombia como el país con mayor crecimiento dentro del bloque sur, con una proyección de 7,6% para 2021 y una estabilización de 3,5% en 2022.
Así, la entidad presentó también las proyecciones de crecimiento económico mundial para 2021-2022, en las que destacó que el PIB global tendrá un crecimiento de 5,8% para 2021, que se estabilizará en 2022 con una proyección de 4,4%. Ambas cifras se revisan al alza luego de las estimaciones lanzadas en diciembre de 2020 por la Ocde. Cifras que resultan positivas y esperanzadoras.
Obstáculos para la recuperación global
De acuerdo con el FMI, las autoridades de política económica tendrán que seguir proporcionando respaldo a las economías y, al mismo tiempo, hacer frente a un margen de maniobra más limitado. Para ello, según la entidad, se requieren medidas mejor focalizadas que permitan un margen para tener un respaldo prolongado en caso de ser necesario. Considerando que lo más probable es que la recuperación avance a distintas velocidades, será necesario un enfoque adaptado a cada situación, con políticas calibradas en función de la etapa de la pandemia y el vigor de la recuperación.
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