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La verdadera belleza del modelo de la economía colaborativa yace en su exclusividad; facilita a pequeños emprendedores una ventana al mundo, permitiéndoles comercializar sus productos sin tener gran capital
Hay varias empresas de ropa que, a través de la economía colaborativa, gestionan metas de sostenibilidad con el aporte de compradores que llevan prendas usadas
La industria de la moda es responsable de casi 10% de las emisiones de dióxido de carbono mundiales, lo que se traducen en más de 92 millones de toneladas de desechos producidos por año y 1,5 billones de litros de agua consumidos, según un estudio de Nature Reviews Earth & Environment.
Bajo este panorama, la tendencia de la sostenibilidad también ha conquistado la industria textil. Marcas como H&M, Arturo Calle, Offcorss, Zara, entre otras tienen esto claro: han implementado acciones en pro de la reducción de emisiones con procesos circulares, lo que a su vez es un ejemplo de economía colaborativa.
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Una de las prácticas más llamativas para los consumidores es la de recibir ropa usada y dar descuentos a cambio en las tiendas, esta dinámica la ha implementado H&M y Falabella con su feria de segunda mano.
H&M da cupones de descuento
La marca del grupo Inditex empezó a implementar el programa ‘Recogida de Ropa’ desde 2013. Se deben llevar las prendas usadas de cualquier marca y en el mostrador se dará un cupón de agradecimiento aplicable a compras en la tienda.
Falabella hace feria de ropa usada
La compañía maneja el sistema de puntos ‘+Verde’ y las personas reciben puntuación por las prendas utilizadas que llevan. Así se da una valoración a las prendas de cualquier marca para que las personas elijan otras prendas disponibles en la feria.
Otra de las acciones a nivel local es el ajuste de procesos en la cadena productiva. Por ejemplo, Arturo Calle ha implementado programas industriales que mejoran el consumo responsable del agua para el portafolio Denim. De hecho, en el primer semestre de este año logró registrar un ahorro de 6.408 metros cúbicos de agua, lo que equivale a más de dos piscinas olímpicas aproximadamente.
“Somos conscientes de la responsabilidad que tenemos las empresas de promover prácticas que cuiden el medio ambiente y respeten los recursos naturales como el agua, es por esto que, en la planta de producción de denim se han implementado acciones altamente sostenibles, que nos permiten ser agentes de cambio en una industria como la moda”, dijo sobre este tema Carlos Arturo Calle, gerente general del Grupo Empresarial Arturo Calle.
Los millennials y centennials son los que más valoran esto en las marcas, una tendencia que continuará con la generación Alfa, muestra de esto es que una compañía como Offcorss se propuso a disminuir entre un 5 y 15% las emisiones de carbono de la compañía y espera ser carbono neutro para 2030. Y con este boom también han llegado exitosas startups de venta de ropa de segunda mano. Una de las más conocidas es GoTrendier. En este sector también existen otras plataformas como Closeando, TrueLove&Poems, que reúne piezas auténticas, RenuevatuCloset, RetroSoulTienda, Vintagelab, entre otras.
El mercado de segunda mano ha mostrado repuntes importantes, por ejemplo, actualmente en Colombia, Bogotá ocupa 40% de las compras de ropa usada, seguido de Medellín, con 23%, Barranquilla, con 22%, y Cali y Bucaramanga con 15% cada una.
Y es que según un estudio publicado por Consultamos, este mercado en el país ha crecido en un 450% en los últimos cinco años.
Zara tiene programa de donación
La compañía que también es de Inditex implementó en España el programa en el que se puede donar ropa en los puntos de venta. Aunque no se ha implementado en Colombia, al ser del mismo grupo de H&M es posible que la iniciativa llegue al país.
Desigual da rebajas por reciclar prendas
Desigual, con operación en Colombia, es otra marca europea que lleva la parada en este tema. ‘Recicla con Desigual’ permite que por cada tres prendas usadas el consumidor obtenga un cupón de descuento en prendas de la marca.
Esta es una de las formas de la economía colaborativa, la cual no endeuda a las compañías y el comprador de igual forma gana
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