AGRO

El café en tiempos para aranceles

viernes, 4 de abril de 2025

Colombia puede sacarle provecho a las medidas adoptadas por el presidente de EE.UU. Donald Trump, pero no se puede dejar de lado los mercados que quedaron exentos, como es el caso de los países africanos

Roberto Vélez

El mundo entero anda encandelillado con el anuncio de la Casa Blanca de aranceles recíprocos para diferentes países. Muchísimas preguntas están sin respuesta, pero debe haber mucha angustia en países como Canadá México, China, los países del sudeste asiático, la Unión Europea entre muchos. ¿Qué va a pasar con la industria automotriz y los precios de los carros en los EE.UU.?; Que va suceder con la industria de confecciones cuyo origen es mayormente del sudeste asiático y que tiene como mercado principal EE.UU.? ¿Qué va a acontecer en el mercado mundial del acero que tiene su principal origen en China? Muchas de estas preguntas rondaran en la cabeza de los grandes analistas económicos para tratar de encontrar una respuesta satisfactoria.

A nivel local, una de las preguntas principales tiene que ver con el mundo del café. La preocupación es válida y está fundada en el hecho que EE.UU. es el principal consumidor de la rubiácea en el mundo y que para Colombia representa cerca de 45% del destino del café producido en nuestro país.

Empecemos este análisis de café anotando que buena parte de los orígenes que suplen a EE.UU. terminaron en la misma categoría de impuestos (10%). Al observar cuales son diferentes orígenes que suplen el mercado americano encontramos que Brasil suministra 32% del café que se consume en EE.UU., Colombia representa 20%, Vietnam con 8%, Honduras 7% y una serie de países centroamericanos, africanos y asiáticos, así como una cantidad de café que vienen desde Europa. De todos estos los únicos que tiene un arancel superior son Vietnam, pero acordémonos que se trata de una calidad (robusta) que no es competencia directa del café colombiano pero que hace parte de las mezclas con la que los tostadores manufacturan el producto terminado que va al consumidor y productos originados en Europa.

Para la industria tostadora hay tres opciones: la primera aumentar el precio al consumidor en el monto que recoja el incremento de la materia prima; segunda, absorber el sobrecosto de la materia prima ocasionado por los aranceles, afectando las utilidades que puedan generar las empresas y tercero, hacer una recomposición de las mezclas de materia prima tratando de incorporar en ella cafés más baratos que redunden en un menor costo.

Colombia tiene como su gran ventaja. El nicho que se ha creado con el programa del café 100% colombiano. Efectivamente, desde los años 60’s y 70’s la Federación de Cafeteros lideró un programa orientado a la creación de un segmento de café en donde los diferentes tostadores compitieran con materia prima que fuera únicamente café colombiano. Ese caso exitoso que hoy estudian los muchachos en la Universidad de Harvard posicionó al café colombiano 100% en el mercado americano y hoy buena parte de las empresas que expenden cafés en los supermercados poseen dentro de sus portafolios de marcas un café que es fabricado únicamente con materia prima de origen colombiano. Estas marcas tendrán que continuar utilizando el café de Colombia y muy seguramente aplicarán una de las opciones uno o dos mencionadas anteriormente.

Por su parte la industria de cafés especiales, que es tan importante en el mercado de los EE.UU., tendrá que continuar comprando cafés de orígenes que hoy tienen 10% de impuesto adicional como Colombia, Brasil, Guatemala, Costa Rica, Honduras, etc.

Es importante notar que dentro de la tabla de aranceles publicados no se ven incrementos en los productos proveniente de países de África. Vale la pena hacerle seguimiento a si la industria americana va a reaccionar incrementando el uso de estos orígenes africanos en donde Etiopía, Kenia y Tanzania, en materia de cafés arábigos, y Uganda, Costa de Marfil y otros países de África Occidental en lo que robusta concierne.

En conclusión, este anuncio de la tabla de aranceles para el caso de café a EE.UU. podría tener varios efectos: en primer lugar, un incremento en el precio final de la libra al consumidor, segundo, una erosión en los resultados financieros de la industria torrefactora y tercero, de mantenerse en el largo plazo esta condición de aranceles, una reconfiguración del mapa de orígenes que suministran el café para la industria americana. Al final queda una pregunta en la cabeza: ¿qué va a pasar con el consumo de café en los Estados Unidos?