Más de 100 empresas en el país con certificación B que lideran la sostenibilidad

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Desde el fomento del reciclaje responsable, el arte y el entretenimiento, los bienes raíces y la construcción son algunas de las actividades comerciales que realizan las 114 empresas colombianas categorizadas como Empresas B, definidas como compañías de triple impacto con desarrollo de prácticas ambientales, sociales y de gobernanza e impacto en los objetivos de desarrollo sostenible.

Están categorizadas en dicho sistema porque buscan ser las mejores del mundo, para las personas y el planeta, al equilibrar sus propósitos y ganancias. Algunos criterios para tener en cuenta para clasificar en esta selección están relacionados con las políticas de buen gobierno, la garantía de los derechos de los trabajadores, así como la relación con terceros como los proveedores y distribuidores, como también el impacto positivo en el entorno natural, y basado en su propósito, es como resuelve un problema social o ambiental.

La certificación de Empresa B es entregada por B Lab, una entidad sin fines de lucro en Estados Unidos, que tras redefinir el sentido del éxito, reciben una marca colectiva como identidad de mercado y se someten a una evaluación integral de su sustentabilidad.

Algunas de las empresas ya forman parte hace años de este listado, pero para otras es la primera vez. Ana Giraldo, representante de la cadena de café De Lolita, señaló que la compañía tiene 24 años en el mercado, opera en Medellín, Bogotá y Cali, y fue recertificada como empresa B, reconociendo el trato a los cerca de 300 empleados, una de sus mayores fortalezas. “Más que cosas de ocio, les ofrecemos oportunidades de tiempo con la familia. Por ejemplo, si necesitan mudarse, acompañar a uno de los hijos en grado o cumpleaños, y otras situaciones que se presente, reciben ese bono, que significa acompañamiento en su hogar”, explicó Giraldo.

Señaló que 10% de Además, tienen locales u “oasis”, donde los clientes pueden vivir un espacio de bienestar, algunos de los cuales están ubicados en clínicas.
Bajo los mismos términos, pero con otro propósito, se refirió Adriana María Bedoya Montoya, representante de Eco Poop, empresa que instala en unidades residenciales contenedores especiales para la recolección adecuada de excremento de mascotas.

Con ocho años en el mercado y reconocimientos por su objetivo de sostenibilidad ambiental, destacan el aporte ambiental, social y cultural de la compañía. El trabajo además de concientizar a las personas, también incluye un proceso de bio-transformación de la materia en abono orgánico para las plantas, y las bolsas utilizadas para la recolección son posteriormente transformadas en pisos plásticos.

A propósito del trabajo y el aporte socio ambiental de las empresas que lograron ser categorizadas en este ranking, el sistema B es una organización social que busca redefinir el sentido del éxito en la economía a partir de las empresas.

Precisamente, dicho sistema trabaja para construir una economía inclusiva, equitativa, y regenerativa. Busca que sus miembros estén preparados para ser resilientes ante las crisis que se puedan generar, trabajando de la mano de los objetivos de desarrollo sostenibles que marcan la agenda 2030 y con ello los propósitos ambientales.

Estas empresas se comprometen a medir y analizar su impacto en cinco áreas clave: gobierno, trabajadores, clientes, comunidad y medio ambiente. La certificación de Empresa B es entregada por B Lab, una entidad sin fines de lucro en Estados Unidos. Las Empresas B redefinen el sentido del éxito de la empresa, recibiendo una marca colectiva como identidad de mercado y se someten a una evaluación integral.