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El Sistema B en Colombia es la entidad encargada de entregar esta certificación que se logra tras alcanzar un puntaje mínimo de 80
Los empresarios de las diferentes industrias del país buscan posicionarse en el mercado y crear una imagen diferenciadora
Medir los impactos sociales y ambientales y trabajar por la transparencia, son algunos de los objetivos de los empresarios para evaluar, corregir procesos y asumir medidas que les permitan crecer como organización. Ahora no solo se preocupan por estar alineados a los últimos avances en materia tecnológica o cumplir con la inclusión de personal, sino que también enfocan sus esfuerzos en lo ambiental, social y gubernamental.
Las Empresas B tienen cuatro elementos claves: propósito que motiva precisamente a la creación de impacto positivo en la sociedad, requisito legal que amplía el deber fiduciario de accionistas y gestores para incluir intereses no financieros, certificación donde se evalúa y el compromiso para mejorar sus estándares de gestión y transparencia y la interdependencia que son parte de una comunidad.
Recertificación
Las empresas que busquen mantener la certificación debe actualizar su evaluación de impacto B cada tres años. Este proceso da la oportunidad para que la compañía pueda establecer metas de mejora y comparar su desempeño social y ambiental.
¿Qué representa tener el sello B? Hoy en día, los empresarios buscan posicionarse en el mercado y crear una imagen diferenciadora entre tantas firmas. Además, quieren ofrecer a sus clientes algo más que un producto o servicio y tienen la misión de fortalecer sus compañías con varios componentes que permite ampliar la calidad de su oferta. De tal forma que los esfuerzos se han enfocado en la generación de beneficios ambientales, sociales y gubernamentales. Tanto así que las empresas han implementado políticas que cooperen con la equidad de género, con el impacto positivo a su entorno y con los aportes a las políticas públicas.
Las empresas certificadas con el sello B están encaminadas en estos propósitos, son líderes de las nuevas fuerzas económicas, a través de dicha calificación cuentan con herramientas de mejora continua que permite aumentar el impacto positivo de manera permanente, genera credibilidad ante el mundo, alianzas comerciales y de colaboración con otras empresas, logrando ser competitivas y atractivas para inversionistas de impacto. Así mismo, destacan en eventos y son buscados por las nuevas generaciones en términos de representación de marca y aspiracional.
Si bien ambas están asociadas a las prácticas sostenibles en temas ambientales y sociales, entre una y otra existen diferencias conceptuales y de normatividad
Según cifras de B Lab Global, hay 7.759 compañías B certificadas en 92 países y 161 industrias, las cuales registran 704.050 trabajadores en sus dependencias laborando
En 2021, B Lab certificó a Procafecol y su marca Juan Valdez como Empresa B, gracias a su propósito sostenible y su modelo de negocio de triple impacto