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Hace más de tres décadas se tomaron las medidas para sortear el déficit de la capacidad de suministro por los generadores
Según la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), se prevé que entre 2025 y 2026 haya un déficit de energía
El sector energético empieza a mostrar indicios de una crisis que se preveía desde el año pasado. La Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), la Asociación Nacional de Servicios Públicos (Andesco) y la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen) han manifestado su preocupación frente a la seguridad energética del país por las medidas que ha planteado el nuevo Gobierno, como la prohibición de nuevos contratos de exploración de hidrocarburos y la congelación de precios de la factura de energía, así como los retrasos en más de 40 proyectos de generación. Según las proyecciones de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), se prevé que entre 2025 y 2026 haya un déficit de energía.
Los anuncios del nuevo Gobierno sobre prohibir nuevos contratos para la exploración y explotación de hidrocarburos preocupa a algunos expertos del sector, pues podría derivar en apagones más adelante, situación que advirtió hace algunas semanas la ex viceministra de Energía, Belizza Ruiz.
Para Tomas González, exministro de Minas y Energía y actual director del Centro Regional de Estudios de Energía, las cifras del Gobierno “muestran que perderíamos la autosuficiencia en gas en al segunda mitad de esta década”, lo que podría terminar en la carencia del servicio o posibles apagones más adelante.
Además, alerta que otra de las medidas que el Gobierno ha considerado implementar, como la congelación de precios de la factura de energía, pone en vilo la seguridad de la prestación del servicio. “El mayor riesgo está en que el objetivo de reducir tarifas paralice la inversión que necesitamos, que no se dé el apoyo para que los proyectos que se necesitan entren a tiempo, como las líneas de transmisión, los proyectos de renovables e Ituango. También que la reducción de tarifas pueda llevar que usemos más agua para generar de la que es conveniente, con El Niño que empieza a ser más probable que ocurra”.
Otro de los exministros de esa cartera que también ha advertido sobre las consecuencias de la prohibición de nuevos contratos es Amylkar Acosta, quien, en entrevista con LR, dijo que dada la “precariedad de las reservas probadas de petróleo y gas, que solo alcanzarían para ocho años, nos expondríamos al riesgo de perder la autosuficiencia, se agravaría el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, se precipitaría una hiper devaluación del peso frente al dólar, lo que a su vez encarecería la deuda externa y pondría en riesgo la sostenibilidad fiscal tanto de la Nación como de las entidades territoriales, que tienen en este sector su principal fuente de financiamiento”.
Acosta también advierte que el atraso en la ejecución de varios proyectos de generación de energía podría acelerar un posible apagón en el país. “El evento de un Niño severo y prolongado pone en aprietos el sistema de generación”.
González recomienda “asegurar la oferta de mediano y largo plazo. No sólo para acelerar la transición sino para garantizar la generación cuando llegue el fenómeno de El Niño”.
Se espera que esta semana se presente un pliego de propuestas que abordan esta temática
Se introdujeron dos leyes a la constitución de 1991, que dieron paso a la creación de la Creg, para implementar los mecanismos de regulación en el país
En el famoso apagón de 1992 y 1993, el Gobierno tomó medidas de racionamiento de la energía por bajos niveles de los embalses