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A pesar de los avances que se registran en el sector privado y público, aún hay que mejorar la igualdad entre hombres y mujeres
La discusión de la equidad transciende más allá de las oficinas, se sitúa también en cada eslabón de la cadena productiva, creando proveedurías inclusivas y equitativas
¿Alguna vez se ha preguntado sobre cuál es el proceso de producción detrás de su barra de chocolate favorita? ¿En la tierra, la semilla, el árbol y el fruto de cacao? Si la respuesta es sí, ahora piense no solo en eso, sino también en las manos que labraron la tierra, sembraron la semilla, regaron el árbol y recogieron el fruto ¿Se imagina a hombres o a mujeres haciendo esta tarea?
En la cadena de valor del cacao, como en muchas otras dentro del agro, las mujeres tienen un papel importante en las distintas fases de la producción de lo que comemos a diario; sin embargo, en muchos de los casos ni siquiera ellas mismas se reconocen como parte fundamental de esa cadena, o en otros, se encuentran con múltiples retos al momento de querer participar conscientemente y con autonomía en ellas.
CoreWoman y Usaid, con el apoyo de la Fundación WWB, iniciaron un trabajo en Colombia de apoyo a empresas y gremios de la agroindustria para ser conscientes de que la equidad no solo debe estar presente en las políticas para los trabajadores internos, sino hacia afuera, en la proveeduría, procurando la equidad desde la semilla.
Una tarea difícil, pues la mujer empresaria en el agro enfrenta retos que van desde el acceso a la tierra, la falta de seguridad estructural, violencia basada en género y otras limitantes. Todo esto, anudado a que su rol de mujer en la sociedad demanda de ella una responsabilidad de cuidado sobre su familia, que termina traducida en escasez de tiempo.
“Las empresas deben pensar en dónde están las mujeres dentro de cada eslabón de su cadena de valor, además de reflexionar sobre las condiciones dentro de ella”, dijo Susana Martínez, CEO de CoreWoman.
Frente a esta problemática, desde CoreWoman se plantean algunas acciones que las empresas pueden tomar; entre ellas: determinar un porcentaje específico de proveeduría que será suplida por empresas lideradas por mujeres; trazar un número objetivo de contratos que se firmarán con este tipo de organizaciones; establecer un objetivo de crecimiento de estas empresas, por ejemplo, aumentar la facturación anual con ellas a un 30%. Todo esto, con el fin de repensar la equidad desde el inicio de la cadena y hasta su fin.
En el marco del trabajo liderado por CoreWoman e Usaid, enfocado en incentivar las cadenas de valor inclusivas, se realizó un ‘Pacto por la Equidad’ con el compromiso de empresas y gremios como Asocaña, Asohofrucol, Fedecacao, Fedepanela, Incauca, Racafé, Mineros y la Zona Franca del Cauca, con el fin de sellar el compromiso de estas organizaciones, las cuales llevan tiempo haciendo parte de un proceso de capacitaciones y mentorías para la equidad en las cadenas productivas; además, de extender una invitación para que más empresas se unan.
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