Ocho de cada 10 empleos son creados por una MiPyme en el territorio nacional

Las MiPyme son uno de los titanes económicos de Colombia. No solo por sus cifras de generación de empleo, sino también por su vital importancia en el tejido empresarial del país. En medio de la reactivación, este sector arrastra el músculo laboral y de ocupación.

De acuerdo con cifras de Acopi y Anif, las Mipyme generan 80% del empleo en Colombia, aproximadamente 16 millones de puestos de trabajo, y representan 99,5% del tejido empresarial. Además, su aporte total al PIB es de 35%.

Solamente en Bogotá, indica la Cámara de Comercio (CCB), hay más de 391.000 Mipyme activas, De estas, cerca de 365.000 son micro, 21.020 pequeñas, y 6.127 medianas. Otro dato muestra que solo 25% de las empresas son lideradas por mujeres (96.632), mientras que 32% son lideradas por hombres (123.970) y 44% no informa el género.

De acuerdo con la más reciente encuesta de ritmo empresarial de la CCB, 27% de las empresas en la capital planea aumentar el número de empleados para el segundo semestre de 2022.

A nivel nacional, indica el informe, 14% de las empresas dijo que el número de trabajadores aumentó en lo que va del año.

Para el segundo trimestre del presente año, en el país había más de 4,9 millones de micronegocios, según el Dane, mientras que -en ese mismo periodo- la creación de estos incrementó 1,6%.

Pero no todo ha sido camino de rosas para el sector de los emprendedores. Efectos colaterales en el plano internacional, como la guerra de Ucrania, la proyección de recesión de Estados Unidos para 2023 y el alza generalizada de los precios, han impactado a la mayoría de las economías y a su aparato productivo.

Acopi asegura que una de las causas del desabastecimiento e incremento de las materias primas es la inflación, la cual en el mes de marzo registró una variación anual de 8,53%, generando cambios en la estructura de precios tanto en los insumos de materias primas que requiere el sector empresarial.

Desde el Observatorio MiPyme de la asociación se realizó un sondeo para conocer la afectación de este fenómeno en el segmento MiPyme, a lo cual, cerca de 98% ha sido afectado, lo que ha provocado disminuciones en indicadores como el nivel de ventas, la producción de bienes y servicios, la inversión y el empleo, siendo este último el de mayor preocupación, pues 50% de empresarios manifestaron que los puestos de trabajo en sus organizaciones se han visto perjudicados hasta en 30% a causa de los esfuerzos que han tenido que realizar para solventar el encarecimiento de insumos y la problemática de desabastecimiento mundial.

Además, según estimaciones de la presidenta de la Cámara de Comercio Internacional (ICC), María Fernanda Garza, especialmente en América Latina se requiere “que los gobiernos y las empresas trabajen en cooperación para mantener la economía y los empleos”.

Según las estimaciones de la ICC, la mayor preocupación es que más de 60% de las medianas y pequeñas empresas tienen ingresos inferiores a los que tenían antes de la pandemia y eso impacta directamente en los hogares.

“Más de 60% de las Mipyme en América Latina tiene ingresos inferiores a los que tenían antes de la pandemia y eso impacta directamente en los hogares. En los países en desarrollo, las familias han perdido 1,5% de sus ingresos, solo por el aumento del maíz y el trigo”, indicó Garza.

A pesar de su importancia en el músculo laboral de Colombia, otro de los retos de las Mipyme es su supervivencia, pues según un informe de la Red de Cámaras de Comercio de Colombia (Confecámaras), 70,3% de las nuevas pequeñas y medianas empresas no logra cumplir cinco años en el mercado.

“El factor clave para que una Pyme o cualquier organización alcance el éxito y perdure en el tiempo, es tener una sólida unidad de dirección. En otras palabras, enfatizar en la responsabilidad de un equipo directivo que incorpore protocolos serios, para organizar la estrategia, velar por la consistencia organizacional, así como articular la identidad y los valores de la empresa”, explicó Óscar Espinel Carmona, gerente regional de Banca de Consumo del Banco Popular.

Disminución en la producción y ventas, entre las principales preocupaciones

De acuerdo con la Encuesta de Desempeño Empresarial de Acopi, para el primer trimestre de 2022, un 24% de los empresarios percibió una disminución en sus niveles de producción, cifra que se incrementó en 24 puntos porcentuales, alcanzando 48% de empresarios con percepción de disminución en este indicador en el mismo trimestre, pero de 2020. Mientras que, respecto al nivel de ventas, con un comportamiento similar, en cifras prepandémicas, 27% aseveró que sus ventas disminuyeron, lo cual se incrementó en 30 puntos porcentuales hasta alcanzar 57% para el primer trimestre de 2020.