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En Colombia hay más de 130 empresas que operan con el certificado de Empresas B, compañías que se dedican a dar soluciones
En las últimas décadas se ha hablado de generación de valor no solo a nivel económico, sino para los empleados y hasta para las comunidades
La globalización, la tecnología y ahora la inteligencia artificial impactan a los negocios de todos los sectores económicos; siempre persiguiendo, por regla, generar riqueza a sus accionistas. En las últimas décadas se ha hablado de generación de valor no solo a nivel económico, sino para los empleados y hasta para las comunidades, lo que se ha enmarcado como Responsabilidad Social Empresarial RSE. Sin embargo, las empresas B, llevan este compromiso a otro nivel.
Son empresas que se diferencian por tener un propósito que esencialmente es impactar positivamente la sociedad y el medio ambiente; esto implica tomar decisiones para ajustar sus políticas y gobierno corporativo e incluir intereses no económicos; son empresas interdependientes, lo que significa colaborar con otros y crear comunidad con otras empresas que tengan el mismo propósito y, finalmente, buscan certificarse, las empresas B se comprometen a realizar una mejora continua de toda la organización, siendo el centro de su modelo de negocio el impacto socioambiental.
Estas organizaciones quieren aportar en la solución a los problemas sociales y ambientales y hacer parte de “El movimiento B”, que ha certificado más de 8.500 empresas en el mundo y más de 100 en Colombia, a través de B Lab, organización sin fines de lucro que lidera los procesos para certificar a las empresas creando estándares, políticas y herramientas. Analiza de manera exhaustiva cinco áreas: Gobierno, Empleados, Clientes, Comunidad y Medio Ambiente. El resultado es identificar aspectos de mejora y oportunidades para llegar a ser un agente de cambio en la economía y cumplir con el triple impacto: beneficios financieros, ambientales y sociales.
Aquellas empresas que no redireccionen su modelo de negocio hacia modelos sostenibles pueden quedar fuera del mercado en el mediano o largo plazo. Esto es cada vez más notorio en las tendencias de comportamiento de los consumidores, ya que las personas están dispuestas a comprar a empresas que cumplen con aspectos como las prácticas laborales, la ética empresarial, la responsabilidad demostrada a la sociedad y el impacto medioambiental.
En este modelo las empresas pueden encontrar oportunidades para crecer, ya que aparecen oportunidades de encontrar inversionistas. Solo en 2020, aproximadamente 36% de la inversión global exigió criterios ambientales y sociales, y se espera que para 2025 más de 50% de la inversión incluya este criterio. Además, los mercados internacionales también están desarrollando premisas para favorecer las exportaciones a estas organizaciones.
Este nuevo sistema es la respuesta de la toma de conciencia de empresarios alrededor del mundo que aportan con beneficios reales a problemas cada vez más preocupantes como el cambio climático y la desigualdad. Es un tema de supervivencia de las organizaciones a largo plazo, ya que el reconocimiento que el mercado otorga a una empresa es no solo por lo que posee, sino también por los aspectos intangibles que no se observan ni se miden fácilmente.
Uno de los objetivos del sector privado es reducir las disparidades salariales y promover una distribución más justa de la riqueza
Estas iniciativas son de mediano y largo plazo, ya que las realidades sociales y los impactos ambientales no cambian rápidamente
Las Empresas B son compañías con ánimo de lucro que han cumplido con requisitos en un proceso de certificación sostenible