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En un país urgido por reconstruir la economía, varios expertos ven oportunidades de negocio y de crecimiento
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El país vecino está en medio de un proceso dolarización de facto, aunque el gobierno se rehúsa a admitir la divisa estadounidense
La economía venezolana ha mostrado una constante dolarización informal, por cuenta de la alta inflación, y la fuerte devaluación de la divisa frente a la moneda estadounidense. Esto llevó a que los ciudadanos a refugiarse en una moneda como el dólar que les permitiera adquirir productos y hacer intercambios comerciales sin perder constantemente la capacidad adquisitiva.
“Venezuela se convirtió formalmente en una economía dolarizada a partir de septiembre de 2018”, explica Luis Zambrano Sequín, del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, Ucab. Esto en vista de que más de 40% de sus depósitos son en la divisa estadounidense.
Juan Nicolás Garzón, profesor facultad de Derecho y Ciencias políticas de la Universidad de La Sabana, explica que ahora esto ha llevado a que la inflación se haya moderado y se manifieste en la moneda extranjera, que genera mayor estabilidad.
Michael Greenwald, ex funcionario senior del Tesoro de los Estados Unidos, explica que en medio de situaciones de crisis, las personas quieren tener dólares, ya que generan confianza.
“La inflación es muy alta y la economía venezolana es débil, así que es el dólar juega un papel importante en mantener el ritmo, aunque Maduro intente evitar la dolarización”.
Ahora bien, para conseguir esta divisa en el país hay varias maneras. El profesor experto explica que el primero es vía exportaciones, que generan este dinero directamente. Esto se suma a las remesas de los trabajadores, que se ven favorecidas por las altas cifras de migración. Señala que hay una tercera forma que es la de las actividades ilícitas a las que es imposible hacer seguimiento.
“Además el Banco Central vende todas las semanas dólares en efectivo que ingresan a la economía”, añade Víctor Salmerón, periodista venezolano especializado en economía y autor del libro ‘La economía del caos’.
Si bien el Gobierno en cabeza de Nicolás Maduro se ha rehusado a aceptar esta divisa como propia, es un hecho que la economía de la calle adoptó al dólar. Garzón comenta, por ejemplo, el caso de los bodegones; unas tiendas que importan productos y los venden únicamente en la moneda extranjera.
Esto ha llevado a que haya un ‘volantazo’ en el discurso . “Ese proceso que se llama dolarización puede servir para la recuperación y el despliegue de las fuerzas del país”, dijo en 2019 Maduro.
No obstante, Greenwald señala que el ejecutivo del vecino país probablemente busque una política de ‘desdolarización’. Incluso aunque sea riesgosa y pueda generar señales negativas para el intercambio. De hecho, Sequín explica en un paper que es difícil pensar en este proceso, especialmente si viene dado por políticas regulatorias y que en economías con alta inflación no se conoce casos exitosos.
Salmerón considera que el ejecutivo mantiene las trabas a este proceso dado que no puede emitir esta moneda. El efecto sería una especie de “economía paralela”, entre lo que se evidencia en las calles y la política del Gobierno, destaca Greenwald.
Luis Vicente León , presidente de Datanálisis, afirma que ha habido un desmonte de las trabas a la moneda que generó un impacto positivo en el crecimiento de la economía. “En los últimos meses se ha intentado volver al bolívar”, señala. Por esto, ahora hay un diferencial entre el dólar oficial y el de la calle, que ha generado un mercado negro con menos bancarización de los dólares y una devaluación.
Pese a que el alto precio del petróleo ha impulsado la economía del vecino país, su moneda sigue depreciándose. A inicio de mayo, 4,5 bolívares equivalían a US$1; mientras que el primero de junio, ya había escalado a 5,09 bolívares.
Esta fuerza de la moneda extranjera sobre la local seguirá manteniendo esta dolarización de facto, incluso aunque desde el central se tomen medidas restrictivas. “Lo que pase en Venezuela será un caso de estudio para potencialmente seguir sus pasos y crear un patrón de desdolarización, incluso aunque ahora esté fuerte esta moneda”, concluye Greenwald.
Actualmente, los ciudadanos usan plataformas de giros como Zelle para recibir divisas, aunque está documentado también el paso de estas por medio de la frontera con Colombia y otros países vecinos, ya que cuenta con menos dificultades que hacerlo por medio de canales como la recepción directa de divisas. Así mismo, el uso de criptomonedas se ha popularizado, aunque el Gobierno mantenga sanciones sobre su uso.
Récord de remesas desde Colombia
De acuerdo el Banco de la República, a cierre de 2021, desde Colombia se enviaron US$2,65 millones hacia el vecino país. Los datos del Emisor muestran que este es un pico. Juan Nicolás Garzón, profesor de la Universidad de La Sabana, explicó que en vista de que los ciudadanos que llegaron provenientes de esta nación cada vez más han optado por la permanencia, por lo que se integran al mercado laboral. Sin embargo, en vista de que algunos tienen una parte de su familia allí, la opción es enviar divisas.
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