MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
El presidente Donald Trump está imponiendo aranceles a los socios comerciales de Estados Unidos en todo el mundo, su mayor ataque hasta el momento a un sistema económico global que desde hace tiempo ha denunciado como injusto
El presidente anunció un arancel base de 10% a todas las importaciones; China enfrentará un impuesto adicional de 34% y la UE tendrá un gravamen de 20%
Donald Trump desató ayer desde la Casa Blanca una guerra comercial mundial. En total, 184 naciones deben enfrentar nuevas tarifas arancelarias de Estados Unidos. La base será de 10% para todos los países, incluido los que tienen un Tratado de Libre Comercio, pero sus socios comerciales, con quienes mantiene un déficit comercial mayor, enfrentarán tasas aún mayores.
Por ejemplo, China, uno de los países más importantes para el comercio estadounidense, enfrentará un gravamen de 34%. Sumado a los anuncios anteriores, el país asiático tendrá hasta 54% de aranceles por parte de Estados Unidos.
La Unión Europea también fue castigada con 20% en materia de impuestos comerciales.
La gran sorpresa fueron Canadá y México, que no figuraron en los aranceles recíprocos dado que Canadá ya enfrenta 25% para sus productos (10% para sus productos energéticos); en el caso de México, ya hay 25% a las importaciones, excepto automóviles y productos del T-MEC.
Y es que, en total, EE.UU. tuvo un déficit comercial con más de 100 países el año pasado, según datos de la Oficina del Censo. Por lo que, ¿cuáles son los países que más contribuyen a este déficit y que por ende sufrirán las mayores tasas arancelarias?
Entras las zonas que tienen una tasa arancelaria más alta, están San Pedro y Miquelón, Lesoto, Argelia, Camboya, Laos y Madagascar, con 50%, 50%, 59% 49%, 48% y 47% respectivamente. Mientras que en los más bajos estuvo Islas Heard y McDonald, Svalbard y Jan Mayen y Guinea-Bisáu, con 10% cada uno.
Reuters asegura que los amplios aranceles serán nuevas barreras sobre la mayor economía del mundo y afectarán décadas de liberalización comercial. Los aranceles recíprocos no se aplican a ciertos bienes, incluidos el cobre, los productos farmacéuticos, los semiconductores, la madera, el oro, la energía y “ciertos minerales que no están disponibles en Estados Unidos”, según una hoja informativa de la Casa Blanca.
“Empezamos a hacer a Estados Unidos rico de nuevo. Durante décadas nuestro país ha sido saqueado y violado. Hace cuatro años no se oía hablar demasiado de nuestro país y sus contribuyentes han sido estafados durante más de 50 años, pero no va a suceder más”, aseguró el presidente.
El mandatario firmó una orden para la eliminación de una exención arancelaria de minimis para productos de bajo costo. Planea la imposición de otros gravámenes a semiconductores, productos farmacéuticos y minerales críticos. No solo los mercados financieros, sino las empresas han sentido el remezón de acuerdos comerciales que han estado vigentes desde mediados del siglo pasado.
Alejandro Espitia, docente de desarrollo y macroeconomía de la Universidad Javeriana, asegura que mucho del electorado del presidente son “obreros nostálgicos de las fábricas que tenían buenos trabajos y vieron que las factorías pasaron a México”. Ahora, el deseo de Trump y sus votantes es que esa bonanza retorne a Estados Unidos. “El problema es que los aranceles son un tiro en el pie también para ellos, especialmente entre sus socios” agregó. Se espera que los aranceles tengan efecto inmediato luego de su anuncio. A partir de hoy podrían tener aplicación.
En el caso de México y Canadá, el T-MEC fue el salvavidas para estos dos países de los anuncios arancelarios de ayer. Trump anunció una prórroga de los bienes de las dos naciones cubiertos por este tratado. Por ahora, productos agrícolas, automóviles y ciertos tipos de maquinaria estarán exentos de las tarifas comerciales. Asesores han asegurado a Trump que los aranceles podrán devolver las capacidades de fabricación vitales para EE.UU.; pero algunos economistas externos, según Reuters, aseguran que los aranceles podrán generar un ralentizamiento a la economía mundial, aumentar el riesgo de recesión e incrementar el costo de vida de las familias estadounidenses en miles de dólares.
Las empresas han luchado contra la incertidumbre por la volatilidad en las decisiones de la Casa Blanca este año, lo cual ha dificultado la planificación de sus operaciones.
Trump justifica la imposición de los gravámenes por un supuesto trato “injusto” hacia Estados Unidos. “Las naciones han impuesto aranceles masivos contra nuestros productos y crean escandalosas barreras no monetarias para diezmar nuestras industrias. En muchos casos, las barreras no monetarias eran peores que las monetarias. Manipulan su moneda, subvencionan sus exportaciones, robaban nuestra propiedad intelectual e imponen exorbitantes impuestos de IVA”, dijo.
Según Bloomberg, la guerra arancelaria ha provocado una desaceleración en la actividad manufacturera en todo el mundo, mientras ha estimulado las ventas de automóviles y otros productos importados a medida que los consumidores se apresuran a hacer sus compras antes.