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Las iniciativas empresariales Bucarretes, Nanomac y Replasander son una muestra de que la rentabilidad se puede alcanzar con un sentido social
Según las estadísticas de Confecámaras, unas 2.126 empresas en Colombia han adoptado la condición de sociedades BIC, mejor conocidas como Sociedades Comerciales de Beneficio e Interés Colectivo. Santander es el sexto departamento que más acoge este modelo de negocio sostenible.
Bogotá, con un total de 426 empresas llamadas BIC; seguido de Risaralda, con 323 compañías de este tipo; Valle del Cauca, con 172; Antioquia, con 150; Boyacá, con 131; y Santander, con 123; tienen el liderazgo en esta materia.
Para María Alejandra Sampayo, vicepresidente de Crecimiento y Sostenibilidad Global de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, “la sostenibilidad empresarial es una exigencia del mercado actual y las empresas que no se adapten para lograr la competitividad bajo esta perspectiva, corren el riesgo de desaparecer”. De hecho, con el plan estratégico 2030 de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, buscan “redefinir los modelos de negocio de las empresas a través de la sostenibilidad para que generen un triple impacto: económico, social y ambiental”.
Tres ejemplos de emprendimientos o ideas de negocio que tienen como propósito la rentabilidad empresarial con sentido sostenible son las iniciativas Bucarretes, Nanomac y Replasander, que operan en el departamento.
Bucarretes
Los esposos Giovanny Patiño y Nancy Jaimes son propietarios de Bucarretes S.A.S. BIC, fabricantes de carretes para enrollar cables de energía y telecomunicaciones ganadora de los Premios Verdes 2022 en la categoría de economía circular y reconocida como empresa orgullo de Santander. Recuperar y rediseñar la madera les permite un ahorro energético y menor desperdicio de material, un negocio verde que hoy cuenta con 30 empleados y procesan 640 toneladas de madera al mes. Hace años, cuenta Patiño, iniciaron la recuperación de carretes usados “para hacerles el proceso de ajuste y luego devolverlos a la industria”. Pero la necesidad de darles una adecuada disposición al final los llevó a incursionar en la construcción sostenible: 95% de sus instalaciones es de madera reciclada, construyeron una ecoescuela con el mismo material y con uno de sus clientes se alistan para construir el salón del vallenato de La Loma, Cesar.
Nanomac
La empresa verde Nanomac S.A.S. BIC creó aditivos derivados de las plantas que mejoran la eficiencia energética de los combustibles fósiles en los vehículos a través de la investigación, desarrollo y aplicación de la bionanotecnología. Alex Navarro, gerente y fundador, explicó que el uso de sus bioaditivos permite un ahorro de hasta 30% del combustible y la reducción de las emisiones de gases dañinos al medio ambiente de hasta un 98%. Lo que hace posible, según explicó, “que a bajo presupuesto cualquier persona pueda ponerse su corazón verde y decir que controla las emisiones de su vehículo”. La compañía NanoMac tiene sede en Bucaramanga y su presencia comercial llega a Medellín, Cúcuta e Ibagué. Genera 12 empleos directos, alrededor de 60 indirectos y trabaja porque más empresas alcancen la huella de carbono neutro invirtiendo en tecnologías verdes.
Replasander
Hace 37 años nació Replasander Ltda. como la primera empresa de reciclaje de plásticos de Santander. Con 42 empleados, pulveriza alrededor de 1.400 toneladas anuales de materia reciclable, entre botellas, sillas, canastillas y otros materiales. Con clientes como Industrias Estra, Soliplasts y Beplast, 60% de su producción la vende a la industria nacional y el 40% restante la exporta a Brasil y Estados Unidos, donde lo transforman en fibras de escobas y en poliéster para la fabricación de ropa. Reconocida a nivel internacional con el primer lugar en los Premios Verdes 2022 en la categoría residuos, además de darle una segunda oportunidad al plástico, le apuesta a ser una empresa 100% autosostenible. “Instalamos 86 paneles solares que nos dan 35% de la energía que consumimos y también una planta de tratamiento con la que ahorramos 95% del agua”, destacó Jaime Henao, su gerente y propietario.
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