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Conozca todos los detalles de la contienda electoral entre Donald Trump y Joe Biden
Tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, el futuro de la política estadounidense se ha vuelto totalmente impredecible
Hace poco más de un mes llegué a Washington DC, el epicentro político del continente, la ciudad donde se toman las decisiones que afectan a todos los rincones del planeta. En una ciudad golpeada por la pandemia del coronavirus, donde tímidamente empiezan a despertar los comercios y las oficinas, pareciera que nada extraordinario ocurre. Pero en cada casa, en cada esquina, puede verse la publicidad política roja de “Trump-Pence”, o los carteles azules de “Biden-Harris” enterrados en los jardines.
Y es que tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, el futuro de la política estadounidense se ha vuelto totalmente impredecible. Por primera vez en mucho tiempo, he podido ver una sociedad altamente polarizada, a niveles considerados tóxicos, que solo percibí iguales en el tiempo de la oposición y la Venezuela de Chávez. Son dos modelos distintos de país. Es un cara o sello. Por un lado está el candidato demócrata, Joe Biden, el exvicepresidente de Barack Obama, que con las propuestas de un cambio, de aumentar el salario mínimo, de una mejor atención de salud, de una hoja de ruta a la ciudadanía para casi 11 millones de inmigrantes indocumentados, ha logrado encabezar las encuestas de preferencia de voto.
Pero también hay un centenar de seguidores del magnate republicano. Como si fueran una guerrilla, defienden a su líder pase lo que pase, aplaudiendo una reelección que consolidaría la recuperación de la economía y las medidas para imponer la política de “Ley y Orden” que mantendría la seguridad en las calles del país y controlaría las fronteras contra la inmigración ilegal. Claro, los hay también, conservadores más moderados, que no consideran que Trump sea un candidato políticamente correcto, pero lo respaldan por una agenda de principios y valores republicanos que representa.
Muchos me han preguntado cuál creo que será la decisión de los estadounidenses. Y quisiera apretar el botón de “No sabe/No responde”. Pero me quiero detener en algo aún más interesante: cómo los latinoamericanos terminarán afectando la decisión.
Si Trump logra ganar la reelección, el apoyo de una parte de los votantes latinos probablemente será la razón determinante. Los hispanos representan más de 13% de las personas con derecho a votar en Estados Unidos, y en las elecciones de este año son la minoría racial y étnica más numerosa con derecho a votar.
Florida, considerado un estado bisagra, donde la preferencia de voto no está definida, es la joya de la corona. Los 29 votos electorales que garantiza el estado lo convierten en uno de los territorios con mayor peso electoral. Con 25 millones de habitantes, es uno de los estados con mayor población hispana, y tanto la campaña demócrata como la republicana han pasado más tiempo en Florida que en cualquier otro estado intentando convencer a los votantes latinos.
Biden probablemente gane en California y Nueva York, que le aportarán 84 votos electorales entre ambos. Y Trump tiene casi fijos los 38 votos que aporta Texas. Pero el resultado de la Florida es una incógnita. Podría decirse, según los sondeos, que hay un empate técnico. Así que por difícil de creer que parezca, hoy el voto de los cubanos, venezolanos y colombianos que han adquirido la ciudadanía podría definir la carrera presidencial.
La mayoría de los estadounidenses ya tienen su decisión tomada y prueba de ello es que el país ha roto récords en cuanto al volumen de voto anticipado.
* Director de Informativos NTN24
Si el margen de un candidato está dentro de 1 punto porcentual, este puede pedir un recuento
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