En una joyería inició el amor por la gente del alcalde Álex Char

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El nuevo alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, tiene más pasiones que la política. Según cuenta, una de ellas es la ingeniería civil que ha logrado aplicar en sus diferentes roles.

“Cuando inicié la carrera me sentí muy feliz porque logré unir mi propósito de vida con una carrera que nos permite soñar cosas y luego convertirlas en realidad. Esto ha sido muy importante como alcalde, en especial para el seguimiento de obras, con el fin de que se puedan ejecutar con creatividad y calidad”, destaca.

Para el nuevo alcalde esta carrera respondió a sus gustos de infancia, pues recalca que desde niño siempre fue creativo, inquieto y le gustaban los números y las matemáticas. “Es la profesión que permite resolver problemas y sacar retos adelante”, dice.

Char también recuerda que mientras se formaba como ingeniero logró ser monitor de una de las materias, lo que le permitió fortalecer el papel de líder y adquirir muchas más responsabilidades.

“Cuando el profesor no podía asistir, yo daba las clases, le ayudaba a calificar exámenes y reforzaba a algunos compañeros a los que no les iba bien. Aquí aprendí mucho la disciplina que tiene un profesor, el tiempo que hay que dedicar y la constancia de estar aprendiendo día a día”, recalca.

Pero en realidad, su amor por la gente se cultivó desde más pequeño, con el que considera fue su primer acercamiento al mundo laboral: acompañando a su mamá “Adelita” a su joyería.

“Ella era muy buena con la atención a los clientes, era una mujer que se debía a la gente, a todos les dedicaba el tiempo por igual y les escuchaba sus historias por igual, y yo siempre a su lado le ayudaba en esa labor. Aprendí mucho de ventas y de escuchar con atención y paciencia”, recuerda.

Y sería precisamente Adelita de Char quien lo impulsaría más adelante para hacer parte del mundo de la política bajo la frase que siempre resonó en su casa: “no puedes estar en casa tranquilo si otros están pasando necesidades”, le decía su mamá, lo que se sumó al recorrido político que ya había realizado su padre.

“Ese amor por la gente es el legado más importante que me inculcó mi mamá. Todo lo que soy se lo debo a ella. Y por su puesto a mi papá por su disciplina, por su rectitud, el ser un gran ejecutor”, comenta.

Además del compartir con la gente y las enseñanzas familiares, Char destaca que el deporte también ha sido un rubro fundamental a lo largo de su vida y en el que ha encontrado varias enseñanzas.

“El deporte sale con todo lo bueno de la vida: con la disciplina, la constancia, la perseverancia , la buena alimentación y el talento”, comenta.

En la lista de sus favoritos se encuentran el fútbol y el béisbol, el primero, precisa, lo juega como aficionado desde el colegio y también se animó a practicar quetball cuando estudió en Georgia Tech.