Pertinencia, oferta y capacidad, las tres claves a analizar para escoger un posgrado

La generosa y diversa oferta que existe hoy en día en el mercado genera que una decisión como escoger un posgrado se convierta en un proceso donde se deben analizar muchas variables. Aquí resumimos los aspectos más relevantes que se deben tener en cuenta:

1. Pertinencia

Una de las primeras preguntas que debe hacer una persona es: ¿Por qué o para qué necesito un posgrado? Las respuestas serán variadas y para cada caso tendrán una valoración diferente. Habrá quienes desean añadir a su hoja de vida un título que le represente escalar profesionalmente o una mejora salarial; otros, porque quieren simplemente formarse mejor y aumentar su nivel de conocimientos.

“La persona se debe preguntar dónde se ve trabajando en el futuro o qué negocio quiere emprender. Y, a partir de ahí, qué necesita para llegar allá”, explicó Andrés Mora Cuartas, director de Desarrollo Académico de la Universidad Eafit.

Debe haber certeza si ese posgrado sí le aportará conocimientos y diferenciadores a su formación profesional y el relacionamiento.

2. Oferta

Una vez elegido el campo del estudio, la siguiente pregunta es: ¿Cuáles son las universidades que ofrecen ese posgrado?

Seleccionadas las opciones disponibles, se debe hacer un estudio a conciencia, con referencias reales y actualizadas, sobre la calidad de la universidad, del programa, si están ambos acreditados, cuáles son sus profesores, su metodología, los recursos a disposición. La presencialidad o virtualidad también es un aspecto para tener en cuenta.

“Se debe mirar quiénes son los egresados, que cargos están ocupando, en qué empresas, cuál es la empleabilidad de los graduados en el programa”, indicó Mora.

Así mismo, es importante saber cuál es el enfoque del programa. Si tiene una visión global, una visión regional. Si tiene alguna orientación específica.

La exigencia del estudio siempre será un buen síntoma de la calidad. Un posgrado fácil, no tendrá un buen reconocimiento. También es clave tener en cuenta si el posgrado exige nivel alto en otro idioma, por lo general, inglés.

Hay programas que ofrecen a sus estudiantes atractivos diferenciadores como intercambios, prácticas, convenios o doble titulación.

3. Capacidad

Los anteriores análisis se aterrizan al momento de averiguar aspectos prácticos que indicarán si tiene la capacidad en tiempo y recursos para el programa. De esta forma, es clave preguntarse: ¿Cuánto vale? ¿Lo puedo pagar? ¿Tengo el tiempo para asistir a sus clases? ¿Tengo el tiempo para estudiar y hacer trabajos?

Muchas veces el entusiasmo nos lleva a asumir compromisos académicos que luego, por cuestiones laborales, familiares o sociales no somos capaces de atender. Martha Cecilia Ramírez, directora Lifelong Learning de la Universidad de La Sabana, explicó: “Se debe escoger un programa que permita tener un equilibrio entre la jornada laboral y las sesiones académicas, así como una universidad que brinde, además de la formación académica, espacios y programas de bienestar para el estudiante”.

Por último, pregunte por becas, ayudas o financiación que dan los gobiernos, la empresa privada, fundaciones y hasta las mismas universidades. Hay muchas posibilidades.

Un ejemplo de cómo los banqueros toman los modelos usados en posgrados y MBA

Según reseñó Bloomberg, la próxima generación de banqueros centrales está tomando una página del libro de jugadas de la escuela de negocios. Por ejemplo, en la Escuela de Negocios de Asia con el respaldo del Instituto de Tecnología de Massachusetts, los estudiantes aplican el Juego de la cerveza de raíz, una versión del clásico de hace décadas en los programas de MBA que ayuda a ilustrar las señales y la dinámica de la oferta y la demanda. Funcionarios juegan con estudiantes, y simulan cómo el flujo de bienes afecta la toma de decisiones.