Un trabajo diferente con mayor bienestar

El cambio puede asustar, provocar angustia o generar desconfianza. Esto es algo natural, ya que el ser humano por naturaleza tiende a sentirse cómodo y seguro con lo que ya conoce. Este tipo de situaciones las hemos experimentado -de manera gradual- y a lo largo de toda nuestra historia con diferentes tipos de acontecimientos como es la concientización ambiental, la inclusión laboral, equidad de género u otros cambios, que nos toman tiempo, a pesar de saber que son inminentes, necesarios y correctos, sobre todo. Sin embargo, también han existido cambios que se han dado de manera más veloz, y que muchas veces han sido impulsados por momentos históricos o de crisis.

En el contexto actual de contingencia mundial y de emergencia epidemiológica, varios cambios en relación al ámbito laboral han tenido que acelerar su paso para comenzar a ser implementados de manera inmediata. Ejemplo de ello, es la flexibilidad laboral -entendida como la eliminación de los bordes físicos y temporales en el trabajo-, la cual se ha extendido con gran velocidad y autoridad para provocar un cambio en el mindset de directivos y dueños de compañías de todo el mundo, los cuales han visto en este modelo una oportunidad para seguir siendo competitivos, productivos y atractivos para los nuevos talentos.

De acuerdo con un estudio realizado por Randstad -consultoría de recursos humanos- antes de la crisis, 58% de los trabajadores españoles consideraba que contaban con lo necesario para poder trabajar desde casa, mientras que 68% de los colaboradores, mostraban interés de trabajar vía remota pero sus empresas no se los permitía. Estos datos pueden relacionarse perfectamente con el sentir de los empleados en América Latina y otras partes del mundo. Y es que el poder trabajar desde casa, brinda una serie de ventajas que van acorde con un modelo de trabajo mucho más innovador, creativo, ambicioso, y que tiene como eje central el bienestar de los colaboradores.

La clave de esta nueva forma de trabajo se basa en pensar en el desarrollo, felicidad y eficiencia de los colaboradores, y esto incluye -en algunos casos- evitar las horas y largas distancias recorridas para llegar a los centros de trabajo. Sin duda, estos son elementos que pueden desmotivar y afectar el desempeño del personal, y es algo que se puede solucionar si abrimos la posibilidad del trabajo remoto y flexible, recalco el último término “flexible” ya que no debemos caer en excesos de control, ni en buscar que las jornadas laborales sean interminables.

Otro factor clave a considerar es la productividad que puede verse incentivada por espacios bien acondicionados en casa, que les permita a los colaboradores sentirse en un ambiente óptimo para trabajar, o bien realizar otras tareas a la par como es el cuidado de los hijos. Siempre respetando los horarios establecidos con el equipo y los compromisos que se tengan dentro de la organización.

El medio ambiente es otro de los elementos que se ha visto beneficiado por este tipo de iniciativas, ya que permite reducir el uso del automóvil y con ello generar menos emisiones contaminantes. Ahora y derivado de esta emergencia sanitaria, muchos países han mostrado una reducción en los gases y contaminantes emitidos, situación que reitera parte de los beneficios de este tipo de modelos.

Sin duda, existen muchos beneficios que brindan los modelos de flexibilidad laboral en las organizaciones, y estos deberán ser incorporados de manera gradual para fomentar entre los colaboradores un ambiente laboral óptimo.