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Estas son algunas de las compañías que están invirtiendo para ofrecer sus servicios mediante tecnologías alternativas
En un marco en el que aún hay vacíos legales, los proyectos de energías renovables se vienen desarrollando con éxito, aunque no al ritmo deseado por diferentes actores
Los compromisos adquiridos por Colombia en cuanto a la sustitución de la energía convencional por energías limpias o renovables obligan a que actualmente se desarrollen diversos proyectos de gran importancia en este sector. Un mercado en el que haya un mejor aprovechamiento de las fuentes solares y eólicas es uno de los objetivos de las compañías.
Una de las empresas más importantes de este segmento es Hitachi Energy, multinacional japonesa que hoy tiene varios proyectos en el territorio colombiano. Su presidente y country managing director, Ramón Monrás, explicó las razones que inducen a la compañía a activar esta estrategia.
“Para nosotros ha sido objeto de estudio constante la política de transición energética que desarrolla Colombia. Es una tendencia marcada en Suramérica y también en el mercado energético en el mundo. Hemos participado en varios proyectos para integrar los renovables no convencionales al sistema interconectado nacional”, dijo.
Para esto, Hitachi Energy tiene negocios con grandes empresas nacionales de la energía, como lo son ISA, EPM, Celsia y Grupo Energía Bogotá. Uno de los proyectos claves es la Subestación Colectora 500 kV y Líneas de Transmisión Colectora Cuestecitas y Cuestecitas - La Loma 500 kV, el cual, en palabras del ejecutivo “es uno de los proyectos clave de diversificación de la matriz energética en Colombia: permitirá transportar la energía que se generará en las nuevas centrales eólicas que se desarrollan en el departamento de La Guajira hacia el Sistema Interconectado Nacional (SIN)”.
Puntualmente, se busca conectar siete parques eólicos al SIN con una capacidad de 1.050 Mw. Según la empresa, con esta energía se podría atender cerca de 10% de la demanda del país.
“Nuestro territorio está lleno de posibilidades. Factores de capacidad neta estimados para emplazamientos de proyectos representativos, que se refiere a la cantidad de electricidad que podrían producir en relación con su pleno potencial, en particular en La Guajira, se acercan a 70% y están entre los más altos del mundo” aseguró Monrás, quien además destacó que Hitachi ha invertido más de US$20 millones en modernización de su fábrica, investigación y desarrollo.
A pesar del gran potencial que tiene el territorio, el directivo hizo un llamado para agilizar el proceso de transición energética. “Si bien reconocemos los esfuerzos que los diferentes actores del sector han hecho por mejorar las prácticas, también creemos que es necesario acelerar los planes y políticas que garanticen una transición que nos lleve a un servicio estable. Todavía la participación de los renovables no convencionales en la matriz energética de Colombia es baja”, afirmó.
Con esto coincide Ricardo Delgado, investigador del Centro Regional de Estudios de Energía (Cree). “Hay algunos avances en energías renovables no convencionales, en infraestructura de transmisión eléctrica y en movilidad eléctrica, en ciudades como Bogotá y Medellín. Pero estamos atrás en la medida en que muchas cosas que deberían estar marchando para una transición hacia la carbononeutralidad efectiva no lo están. Por ejemplo, en este momento no tenemos un panorama claro acerca de los incentivos que se van a dar a los vehículos eléctricos”.
Además, existen vacíos legales que entorpecen el proceso. “Otro tema que va lento es el de la transición justa de la fuerza laboral en la sustitución de los empleos que en este momento generan industrias como la del carbón, cuyo papel se va a reducir en la transición energética”, concluyó el investigador.
El marco regulatorio de las fuentes de energía se basa en la Ley 1715
Dentro de la legislación que se está dando actualmente en Colombia sobre las Energías Renovables No Convencionales, destaca la Ley 1715, expedida en 2014, que definió las fuentes de este tipo de energías, aunque no todas son empleadas en el país. Según esta norma, se consideran fuentes la biomasa, los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos (PCH), la energía eólica, la geotérmica, la solar y los mares. Además, el texto estableció otras fuentes como el hidrógeno verde y el hidrógeno azul.
Juan Poveda, director de Viridi para Latinoamérica, destacó que los proyectos a ejecutar generarán 3.400 empleos indirectos
Una de las estrategias que se deben aplicar en la región es exportar materias primas y productos de energía limpia
Por medio de la interconexión El Río a 220.000 voltios quieren facilitar el transporte desde las centrales solares y eólicas al resto del país