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Expertos aseguran hay potencial para explotar fuentes no convencionales, pero debe haber seguridad energética durante la transición
Ecopetrol es una ficha clave para el rompecabezas de la transición energética en el país y en la región. Ellos mismos se definen como “el conglomerado más importante de Colombia, que tiene como propósito ser un referente de la transición en el continente americano”. Entre las metas, está la inversión de US$2.500 millones para el desarrollo de hidrógeno y la incorporación de 900 Mw en 2025 de fuentes de energía renovable para autoconsumo.
“Ecopetrol, al igual que otras petroleras en el mundo, busca reducir su huella de carbono hasta alcanzar su meta de carbono neutralidad hacia 2050”
“Colombia está comprometida con la transición, pero los problemas de expansión en generación de gas pueden obstaculizar dicha transición”.
La empresa destacó que marcó un hito en 2021 al anunciar su compromiso de reducir a cero las emisiones netas de carbono a 2050. En términos generales, Ecopetrol lanzó “Energía que transforma”, estrategia que busca su aplicación hasta el año 2024.
La idea es avanzar en la diversificación de portafolio de energía y de bajas emisiones para que su Ebitda en 2040 provenga de las principales áreas de la transición. “Sin descuidar su negocio de hidrocarburos, Ecopetrol habrá avanzado notablemente para esta fecha en su camino hacia la descarbonización”, explicaron.
Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía, afirmó que la hoja de ruta de la transición debe ir acompañada de una estrategia de transformación productiva que diversifique la economía colombiana para que dependa cada vez menos de los hidrocarburos.
“Colombia cuenta con un gran potencial de fuentes no convencionales de energías renovables (Fncer) que al integrarse a su matriz energética, además de contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, se torna más resiliente frente al cambio climático”, dijo.
Sandra Fonseca, directora ejecutiva de Asoenergía, explicó que la clave de la transición es articularla con la seguridad energética. “Esto se hace con mayor confiabilidad, la cual viene de más expansión con energía firme y el apoyo de otros sectores de la economía como el forestal y transporte”, aseguró.
Hidrógeno
Ecopetrol aseguró que en 2021 llevó a cabo su plan estratégico para el desarrollo de hidrógeno de bajas emisiones. La petrolera asegura que buscará la producción de un millón de toneladas de este elemento, “con el objetivo de atender el mercado local y exportar a otros países”.
En ese sentido, habrá inversiones cercanas a US$2.500 millones para 2040. Ecopetrol apostará también por un despliegue de operaciones propias con hidrógeno enfocadas en proyectos industriales; además, la movilidad sostenible será uno de los temas recurrentes en su agenda.
Entre 2030 y 2040, la empresa buscará una descarbonización de las operaciones y diversificar el uso de hidrógeno en el sector marítimo y aéreo, además de explorar nuevas oportunidades en Europa y Asia.
“El hidrógeno aportará aproximadamente 11% a la meta de reducción de 50% de las emisiones de alcance 1, 2 y 3 a 2050 que se ha trazado Ecopetrol”, dijo la petrolera.
Energía renovable
La petrolera destacó que es el mayor autogenerador de energía renovable en el país pues tiene tres parques solares en operación con 1080 MWp de capacidad: Castilla, San Fernando y Brisas, cuya capacidad de generación es de 108 MWp. Este año se espera que se pongan en marcha parques en el Caribe, los Llanos Orientales y Magdalena Medio. La meta es incorporar 900 Mw en 2025 de fuentes de energía renovable para autoconsumo.
Puerto Gaitán, Barrancabermeja y Cartagena serán ciudades epicentros para la investigación del potencial de generación de biomasa. “En paralelo, se están haciendo mediciones de potencial eólico en el Huila y Casanare. También se evalúan iniciativas de generación a partir de nuevas tecnologías como geotermia y eólica costa afuera y adentro”, puntualizó la empresa.
Acosta aseguró que la transición no le tomará al país menos de 12 años porque incumplir los plazos pondría en riesgo la seguridad y soberanía energética. Fonseca advirtió que la transición podría tomar hasta medio siglo y dependerá de las decisiones de consumo.
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