Las vías 4G y ley de infraestructura le pusieron ritmo a la locomotora

El balance del periodo 2010-2014 en materia de infraestructura, transporte y logística es positivo por sus avances en el arreglo institucional a pesar que los rezagos históricos en estos temas no se superaron significativamente en este periodo debido a que los efectos de las decisiones tomadas por el Ministerio de Transporte y demás entidades del sector se verán en el mediano plazo.

La promulgación de la Ley de Infraestructura fue uno de los principales hechos del primer cuatrienio Santos al formar un ambiente institucional más sólido.

El Ministro Cardona sentó unas bases sólidas del sector y la Ministra Álvarez “arregló la casa”. Los escándalos de demoras y sobrecostos fueron cada vez menos frecuentes.

Otro hecho importante en el cuatrienio que pasó, fue la creación del proyecto de las concesiones de cuarta generación (C4G) junto con el esquema de asociaciones público privadas (APP), las cuales comenzaron a buen ritmo en lo que respecta a la infraestructura de carreteras.

Las inversiones en las vías principales y las redes secundarias empezaron a ejecutarse y se han obtenido buenas señales en los tramos centro-sur, centro-oriente, centro-occidente y algunos intervalos de las autopistas de la prosperidad (es lo que llamó Luis Fernando Andrade director de la ANI: “Victorias tempranas”), es decir, evidencias que el esquema institucional y normativo está cumpliendo sus propósitos, a pesar que la brecha siga todavía amplia.

Otro aporte importante de la administración Santos-I, fue el impulso para modernizar el sector y volverlo más transparente para la formación de precios y costos.

Iniciativas como el Registro Nacional de Despacho de Carga (RNDC), el Sistema de información para la Regulación del Transporte de Carga por Carretera (SIRTCC) y el Sistema de Costos Eficientes para el transporte de carga (SICE), así como el sistema de información creado por el Departamento Nacional de Estadística (DANE), para construir el índice de Costos del Transporte de Carga por Carretera, y el observatorio de transporte de carga son instrumentos que ayudarán a modernizar el sector, a pesar de necesitar algunos ajustes.

Un análisis del tiempo de recepción de mercancías en los puertos y aeropuertos hasta la entrega al lugar de destino, refleja que han mejorado en los últimos cinco años los indicadores logísticos de seguimiento/rastreo de mercancías y la entrega oportuna. Según el Banco Mundial mejoramos en la entrega oportuna (por debajo de México), y en el rastreo de mercancías mejoramos levemente (debajo de Perú y México).

A pesar de lo anterior, quedan en el tintero problemas que no se pudieron solucionar de fondo. La seguridad vial, por ejemplo, es una tarea pendiente. La muerte de los 32 niños en Fundación (Magdalena) es la suma de todos los males, y en especial los males de la seguridad vial en el país. De igual forma, en estos cuatro años la construcción de algunas carreteras con recursos regionales y recursos de la Nación tuvieron tintes políticos antes que económicos.

Finalmente, es necesario señalar el papel ejecutivo que desempeñaron la Ministra de Transporte, el Superintendente de Puertos y Transportes y el Director de la Agencia Nacional de Infraestructura.

La ministra, Cecilia Álvarez recorrió las principales autopistas vigilando la ejecución de obras y enviando el mensaje a los contratistas sobre la obligación de cumplir sin retrasos o sobrecostos, mensaje que sin duda recibieron.

Por su parte, Juan Miguel Duran actuó oportunamente ejerciendo la inspección, vigilancia y control como cuando decidió remover de sus cargos a los representantes legales y a los miembros de Junta Directiva de Egobus y Coobus S.A.S., operadores de TransMilenio.

Luis Fernando Andrade, director de la ANI, por su parte, imprimió un cariz técnico en la estructuración de contratos bajo el enfoque de cuarta generación (4G), dándole seriedad a este enfoque.