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A una semana de cumplirse el primer año de gobierno del presidente Iván Duque, le presentamos la opinión de los empresarios
El ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, fue el mejor calificado por parte de los empresarios
En diciembre, en la primera encuesta empresarial sobre el gobierno de Iván Duque, los empresarios coincidían en darle un compás de espera a una administración entrante. Ahora, en la XXI Encuesta Empresarial con 650 empresarios, solo cinco funcionarios subieron su calificación, mientras que siete cayeron. El mensaje que queda es que el Gobierno debe mostrar más lo que está haciendo, en medio de la expectativa de que las cosas van a seguir avanzando.
Aunque el presidente Iván Duque se mantuvo en su nota y quedó en 3,2, está en el lote de los mejor calificados del gabinete. El decano de Economía de la Universidad del Rosario, Carlos Sepúlveda, indicó que en Duque se ve reflejada la calificación general del Gobierno, marcada por el reconocimiento de las buenas intenciones, pero recalcó que “se necesita que esas buenas intenciones se plasmen”. Además, en la imagen de Duque están empezando a pesar los abundantes viajes que ha llevado a cabo y la falta de armonía con el Legislativo, que llevó, por ejemplo, a los aranceles textileros del Plan de Desarrollo.
La vicepresidente Marta Lucía Ramírez tuvo una de las caídas más pronunciadas en su calificación, y es que luego de un 2018 bastante protagónico, este año su gestión ha perdido fuerza y relevancia mediática.
El ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, se consolidó como el mejor del gabinete. El decano de Economía del Externado, Julián Arévalo, destacó que Restrepo da un mensaje empresarial de neutralidad y confianza.
En el grupo de los que subieron y no se rajaron en la calificación también está la ministra de las TIC, Sylvia Constaín, quien logró la aprobación de la Ley del sector, con la que se materializaron viejos pedidos de la industria, como la creación de un regulador único. La ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, también subió tras liderar las subastas de energía y la reactivación del sector petrolero. Además, está la ministra de Educación, María Victoria Angulo, a quien le ha jugado a su favor la reestructuración de programas como el PAE o del Plan de Infraestructura Educativa.
Entre los que se mantienen están Andrés Valencia (Agricultura); Alicia Arango (Trabajo), Ángela María Orozco (Transporte), y Margarita Cabello (Justicia). A excepción de Cabello, que lleva muy poco en el cargo, los otros tres funcionarios tienen en común que están liderando procesos que aún no se materializan: Valencia está buscando retomar el estatus sanitario tras el brote de aftosa, Arango está confeccionando la reforma pensional y Orozco continúa el proceso de las vías 4G.
En el grupo de los que caen, pero aún así aprueban la calificación, están Juan Pablo Uribe (Salud), el canciller Carlos Holmes Trujillo y Jonathan Malagón (Vivienda). En el caso del canciller, su gestión no se ha beneficiado por la manera en la que se han desarrollado los hechos en Venezuela; y en el caso de Malagón, la vivienda aún no da señales claras de repunte.
En el bloque de los reprobados del primer año están Ricardo Lozano (Ambiente), Carmen Vásquez (Cultura), Alberto Carrasquilla (Hacienda); Nancy Patricia Gutiérrez (Interior), y Guillermo Botero (Defensa).
A este grupo se les cobra su gestión. Por ejemplo, las declaraciones de Botero y los escándalos de corrupción que provocaron un remezón en el Ejército lo consolidan como el peor calificado. En el caso de Carrasquilla, sus primeros seis meses se vieron empañados por los debates sobre los bonos agua y el trámite de la Ley de Financiamiento; mientras que a la ministra del Interior se le cuestionan las dificultades que ha tenido el Gobierno con sus proyectos en el Congreso. Carteras como las de Ambiente y Cultura han tenido poca visibilidad en su gestión.