Perspectivas 2022: más allá de la pandemia

El próximo año traerá consigo una normalización de los crecimientos a nivel global, hacia tasas más sostenibles y compatibles con el potencial de las economías. La divergencia en la recuperación más acelerada en economías avanzadas frente a economías emergentes continuará, si bien podría cerrarse un poco conforme avanza la vacunación en estas últimas.

De igual forma, persistirá una recuperación desigual entre sectores, que en el caso de Colombia implicará resultados por encima del agregado total en comercio, servicios de entretenimiento, industria y construcción; y por debajo en agricultura, comunicaciones y en general en los servicios que se pudieron prestar durante la pandemia. Este último grupo de sectores crecerá menos, pues gran parte de su recuperación se dio en 2021, mientras en el primer grupo todavía hay un rezago.

Así, el crecimiento de Colombia en 2022 estará más cerca de 4.0%, todavía favorable, pero por debajo del atípico casi 10% de 2021.

Pasando a la inflación, 2022 debería tener un mejor comportamiento conforme las restricciones de oferta a nivel global se van solucionando, los precios de los commodities encuentran un techo, el efecto de base estadística queda atrás y la demanda por productos manufacturados se redirige hacia los servicios. En Colombia además, los precios de los alimentos deberían estabilizarse. Tras cerrar cerca de 5% en 2021, la inflación debería moderar en el segundo semestre de 2022 para finalizar el año dentro, pero en la parte superior del rango meta (2% a 4%).

En medio de un crecimiento todavía favorable y una inflación que mejora lentamente, los bancos centrales en el mundo seguirán aumentando sus tasas de interés, al tiempo que frenan su expansión de liquidez. En Colombia el Banco de la República también seguirá incrementando su tasa de referencia, probablemente hacia el 5%, buscando sobre todo controlar las expectativas de inflación.

Aunque la pandemia cambió el panorama económico global y sigue siendo un tema relevante, ahora son otros los riesgos que se vislumbran para el mundo y la economía colombiana en 2022.

El principal riesgo global se deriva de un balance macroeconómico desfavorable, en el que la inflación continúe al alza, al tiempo que el crecimiento desacelere aún más. Así mismo, la recuperación desigual entre países y sectores, podría limitar la fortaleza del crecimiento. En el plano local, un mercado laboral rezagado frente a la recuperación de la actividad limitaría el consumo, mientras unas elecciones inciertas podrían postergar las decisiones de inversión.

En inflación, la solución a los problemas de las cadenas de suministro global podría tardar más tiempo, la restricción de la oferta de petróleo evitaría una normalización de los precios, mientras que una inflación más generalizada y persistente afectaría las expectativas al alza. En Colombia los riesgos de inflación giran en torno a la indexación de algunos servicios a la inflación pasada o al ajuste del salario mínimo, que probablemente supere el 7%.

En tasas, los riesgos parten de su aumento, pues en algunas economías emergentes podrían ser necesarios ajustes que limiten el crecimiento. En Estados Unidos, cuya tasa de interés sirve como referencia para el resto del mundo, un ajuste más pronto y un repliegue de liquidez más rápido, generarían nerviosismo en los mercados. Por último, mayores tasas de interés implican riesgos para los países altamente endeudados y con una situación fiscal compleja como la de Colombia.