El paso de la ‘Rodolfoneta’ a la segunda vuelta, un golpe a los partidos tradicionales

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Como se venía especulando en varios círculos hace poco más de una semana, la sorpresa de la jornada electoral de ayer corrió por cuenta de Rodolfo Hernández, el ingeniero y exalcalde de Bucaramanga que, contra lo que vaticinaban las encuestas, le competirá la Presidencia de la República a Gustavo Petro, del Pacto Histórico.

El estupor no es solamente porque derrotó al exalcalde de Medellín, Federico “Fico” Gutiérrez, quien desde que ganó la consulta del Equipo por Colombia el pasado 13 de marzo se trepó en las encuestas y se perfilaba como el contendor de Petro en la segunda vuelta, sino también, por el mensaje que envía.

Con Gutiérrez, que se presentó siempre como el más opcionado para derrotar al candidato del Pacto Histórico y el de la estabilidad y el continuismo, estaban la mayoría de los partidos políticos tradicionales, los congresistas y los expresidentes.

Que esta alternativa se haya quedado en la primera vuelta envía un mensaje claro del electorado que, después de más de dos años de pandemia, y a uno del paro nacional de 2021, pide un cambio radical frente al sistema actual y quienes, en el imaginario popular, han gobernado tradicionalmente.

Sin duda, los dos candidatos representan un cambio, cada uno a su manera; el uno, porque propone un cambio radical al modelo económico; y el otro, porque, de alguna manera, representa un salto al vacío, en cuanto todavía es una incógnita buena parte de su plan de gobierno y quién lo acompañaría, eventualmente, en la Casa de Nariño.

Teniendo en cuenta la distancia entre ambos candidatos, y el historial de antipetrismo que, en buena medida, contribuyó a la elección del hoy presidente, Iván Duque Márquez, hace cuatro años, los votos de los cuatro candidatos que se quedaron serán definitivos, especialmente los de “Fico” Gutiérrez y, en menor medida, los de Sergio Fajardo.

El exgobernador de Antioquia, a pesar de haber sido la sorpresa en la primera vuelta de hace cuatro años, cuando estuvo a unos 300.000 votos de pasar a la segunda vuelta, ocupó el cuarto lugar, después de los modestos resultados de la consulta de la Coalición Centro Esperanza, que implosionó por cuenta de los egos de sus integrantes y la capacidad de conectar con el electorado con propuestas más allá de ser un cambio.

Evidentemente los votantes se decantaron por una alternativa que, sin embargo, nunca encarnó Fajardo.
Ahora, ¿a dónde se irán los votos de los demás? Seguramente, la mayoría de los cinco millones votos de Gutiérrez se irán al ingeniero Rodolfo, que podrá capitalizar, como lo hizo Duque, el voto antipetrista, descontando una porción de electores que, al no estar convencidos de las alternativas, pueden optar por votar en blanco o no votar.

Lo mismo sucedería con el caudal electoral de Enrique Gómez, de Salvación Nacional; y John Milton Rodríguez, el candidato cristiano de Colombia Justa Libres. En cambio, se espera que los votos de Fajardo se vayan, por partes iguales, a Rodolfo Hernández, Gustavo Petro y el voto en blanco.

Por lo anterior, es de esperar que la sólida ventaja que lleva Petro se recorte en la segunda vuelta, además, porque compitiendo con el exalcalde de Bucaramanga, le resultará mucho más complicado venderse ante el electorado como el cambio frente al continuismo pues el verdadero outsider en esta elección es Hernández. Quedará por verse también cómo adaptará su estrategia el ingeniero para la recta final.