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Hay 1.200 millones de personas asociadas a este tipo de organizaciones en todo el mundo. Conozca cuál es su importancia en Colombia y los retos de cara al nuevo Gobierno que inicia.
Con firma de paz crecieron las asociaciones
Por las características geográficas del país, su variedad de pisos térmicos y su biodiversidad, Colombia ha sido clasificada como de vocación agraria. Sin embargo, la falta de inversión en el sector y el conflicto armado interno han impedido que el campo alcance su potencial.
Una manera de impulsar el desarrollo rural es por medio de cooperativas en las que se pueden asociar pequeños y medianos productores agrícolas, ya que esta figura les ofrece mejor acceso a los mercados, recursos naturales, información, tecnología, crédito, formación e infraestructura.
Además, les facilita la participación en la toma de decisiones, les da asistencia en los derechos al uso de la tierra, permite negociar mejores condiciones en la agricultura por contrato y rebajar los precios de insumos agrícolas.
Lograr la participación de estos productores es muy importante, ya que, en general, la producción agropecuaria en el país se ha desarrollado bajo modelos de grandes inversiones de capital privado que los han excluido.
“Una cooperativa agropecuaria permite que pequeños, medianos y grandes productores se asocien, acabando con ese modelo en el que pareciera que los pequeños productores solo pueden quedarse en la fase de producción, mientras los beneficios de transformar, comercializar y quedarse con el valor agregado solo lo pueden hacer los grandes empresarios”, señaló Carlos Acero, presidente de la Confederación de Cooperativas de Colombia (Confecoop), a lo que agregó que “en los países del primer mundo, el desarrollo agropecuario y agroindustrial lo manejan las cooperativas”.
Colanta, la cooperativa de lecheros que inició hace 54 años en Medellín, informó que es importante crear cooperativas que impulsen el agro porque las personas se unen para ayudarse. “Está comprobado que mediante la asociatividad se pueden obtener grandes logros. Además, a través del cooperativismo, es posible la redistribución del ingreso de manera equitativa y en igualdad de condiciones”.
Según cifras de Confecoop, actualmente hay alrededor de 300 cooperativas rurales que asocian 112.000 pequeños y medianos productores. La mayoría de estas se concentran en Antioquia, Santander, Cundinamarca, Cesar, Huila, el Eje Cafetero y Boyacá, y sus activos superan los $3 billones.
Vale la pena mencionar que a raíz de los acuerdos de paz y de la disminución en la intensidad del conflicto armado, Confecoop ha registrado un aumento en la creación de cooperativas agrícolas.
Para Francisco Estévez, gerente técnico de la Federación Colombiana de Cooperativas de Ahorro y Crédito y Financieras (Fecolfin), una vez se han estabilizado los temas de paz, las personas han ganado confianza para invertir en el campo.
“El Gobierno dijo que las cooperativas eran el vehículo ideal para la etapa del posconflicto, pero en la práctica hacen falta recursos del Estado y de cooperación internacional”, mencionó.
Por esto, desde Confecoop se le está pidiendo al próximo Gobierno una política que promueva estas cooperativas y su coexistencia con otros modelos.
“Proponemos que haya voluntad política para impulsar este modelo en Colombia, hacer algo parecido a lo que es Colanta o a las cooperativas cafeteras que están bajo la sombrilla de la Federación Nacional de Cafeteros, que han demostrado que organizaron las comunidades, les hacen transformación, hay precios de sustentabilidad y además acceden al crédito, los instrumentos de riego y la infraestructura de carreteables”, concluyó Acero.
El caso de éxito de Colanta
Un caso de éxito de cooperativas en el sector agrícola es Colanta, que inició con la asociación de 60 campesinos y hoy tiene 7.000 trabajadores asociados y 12.000 productores. Para mantenerse en el tiempo, la compañía ha mantenido la innovación en sus procesos y productos; además de que ha acompañado con asistencia técnica y financiamiento los procesos en el campo. Otro de los factores que destaca la empresa es que se debe ser justo en el pago de la producción, brindar los mayores servicios y beneficios sociales a los campesinos, para que estos y su familia se mantengan en sus territorios y no se vean forzados a migrar a las ciudades en búsqueda de mejores oportunidades.
Cartera educativa es cercana a los $2.000 millones.
Las cooperativas buscan un rol más protagónico en la economía del país
Hay 1.200 millones de personas asociadas a estas entidades