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Conozca cuáles son los sectores de la economía que jalonan el crecimiento de Santander y las empresas insignia de la región, que se han consolidado no solo a nivel nacional.
El Departamento ocupa el quinto lugar en PIB per cápita.
Santander siempre se ha caracterizado por ser una de las tierras más pujantes y trabajadoras de Colombia, lo cual se ha visto reflejado en la creación de empresas que hoy no solo son un referente local sino también nacional, e incluso internacional.
Lo anterior se ve reflejado en la tabla del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita departamental expuesto por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en el cual, a 2017, Santander figuraba en el quinto lugar, tan solo por debajo de Casanare, Meta, Bogotá y San Andrés y Providencia, respectivamente.
Pese a que sectores como el calzado, el turismo o la producción de petróleo e insumos agrícolas son algunos de los más característicos de la región, hay otros que poco a poco se han potencializado y ayudan a jalonar de forma significativa la economía de la región.
Uno de ellos es el sector avícola, en el cual se destacan la presencia de empresas como Huevos Kikes y Mac Pollo, insignias nacionales, caso similar al de la energía eléctrica, que ha encontrado en la Electrificadora de Santander (Essa) y en sus proyectos hidroeléctricos representantes de lujo.
Otras de ellas son la constructora Marval y La Fazenda, una empresa que desarrolla un proyecto agroindustrial de porcicultura a gran escala en diferentes zonas del país, especialmente del Llano, y que también logró una consolidación absoluta en el sector y en la economía del país en general.
LR elaboró un listado con cuatro de las empresas santandereanas que hoy sobresalen por su aporte a la economía nacional, gracias a la calidad de sus productos, sus buenas prácticas, la tradición y el nombre que ya tienen en el ámbito empresarial.
Huevos Kikes
En 1962 nació en Bucaramanga Incubadora Santander, una idea de negocio familiar que puso en marcha un grupo de criadores de aves. Hacia 2013 cambió de imagen corporativa y relanzó su marca para convertirse en Huevos Kikes, un referente de la industria avícola. “Hay dos cosas importantes: una pensar como industria y como empresa, y no como negocio, pues esto da resultados distintos; y la segunda es nuestra gente, que junto a la filosofía de la compañía marca diferencia”, dijo a LR Juan Felipe Montoya, presidente.
La Fazenda
La producción de carne de cerdo es el pilar de una compañía que hace tan solo 11 años logró ser un motor fundamental para la economía de la región y del país. “Lo más importante en este camino ha sido la búsqueda de un sendero para hacer factible producir carne de cerdo o de pollo y ser competitivos a nivel nacional. Esperamos seguir creciendo y consolidando lo que vamos aprendiendo para poder hacer que la empresa crezca y aporte a todo el país”, apuntó Jaime Liévano, gerente de la compañía.
Mac Pollo
Con la misión de satisfacer las necesidades nutricionales de los consumidores con la mejor calidad, servicio, variedad y precio, de manera eficiente y rentable, comprometidos con el bienestar y el desarrollo de la gente, con responsabilidad con la comunidad y el medio ambiente nació en 1969 Avidesa, nombre con el cual empezó a consolidarse como un referente nacional en la industria avícola a raíz de valores bajo los cuales ha regido cada uno de los pasos que ha dado en su crecimiento empresarial.
Marval
Marval nace como sociedad limitada el 24 de diciembre de 1976 en Bucaramanga y desde el año 1995 se encuentra identificada legalmente como Sociedad Anónima. Se trata de una empresa que está a cargo de los hermanos Álvaro, Rafael y Sergio Marín, quienes lograron posicionar la marca como la constructora referente de Santander y una líder en el país, donde ya ha puesto su nombre en proyectos que hoy son insignia de la comunidad y especialmente de la región.
La región aportó 17,4% al total de la producción petrolera, es decir, 90 puntos básicos más que un año atrás.
Cada año la entidad celebra el programa realizando una serie de actividades lúdicas.
El “negocio” de la educación superior debe buscar el equilibrio financiero que irrigue recursos para reinvertir en formación del talento humano, movilidad, investigación, infraestructura.