MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Según cifras del proveedor Alegra.com, en Colombia se reportó un incremento de 150% de facturadores al finalizar 2020
El panorama de la facturación electrónica para 2021 es positivo luego de que en 2020 se superaran las metas establecidas por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian). Según información de la entidad, ya hay más de 540.000 facturadores electrónicos, superando anticipadamente a los 360.500 que se había trazado para culminar la vigencia del año pasado.
Un impulso llegó del sector agropecuario, que tuvo plazo hasta el 15 de diciembre para incorporarse al proceso y sumó varios contribuyentes al régimen de facturación electrónica; esfuerzo que se suma a la recuperación económica que atraviesa el país tras la pandemia.
La Dian destacó que, en 14 meses, el país alcanzó “un nivel importante de masificación de la factura electrónica” y resaltó el cumplimiento que en general han mostrado los diferentes sectores económicos para atender el cronograma establecido, que llevó a muchos responsables a la implementación anticipada.
“Las metas de la implementación de la facturación electrónica van cumpliéndose con éxito en el país y es que el papel de la factura electrónica fue indispensable en el proceso de las MiPyme. En 2020, cerca de 410.000 empresas en Colombia se sumaron a la iniciativa y este proceso ayudo a la reactivación económica de los últimos meses del año”, indicó el líder de Facturación Electrónica de Alegra.com, Andrés Torres.
Para el experto, este año se espera la consolidación, y que toda empresa faltante o nueva por facturar electrónicamente se sume “para gozar de los beneficios del mecanismo”.
Además de las ventajas competitivas que ya se han explicado, emitir facturas electrónicas se traduce en menos tiempo invertido por el personal administrativo encargado de generar el registro de las ventas, en la reducción de posibles errores y la facilidad de acceso a la información en tiempo real para la toma de decisiones.
Según cifras del proveedor Alegra.com, en Colombia se reportó un incremento de 150% de facturadores al finalizar 2020. Asimismo, solo en el segundo semestre del año se presentó otro aumento de 300% respecto a los primeros seis meses del año pasado, impulsado por la transformación digital en la que se vieron sumergidas las Pyme.
Por sectores el informe muestra que 43,4% de las facturas generadas en las MiPyme corresponden al comercio, un gran avance al ser uno de los sectores con más informalidad.
Por último, la empresa tecnológica reportó más de $7,2 billones en ventas a través de facturación electrónica por parte de sus usuarios habilitados para emitir comprobantes digitales.
Un punto importante que señalaron los expertos es que documentos equivalentes como las boletas de cine, espectáculos, peajes, entre otros, siguen vigentes coexistiendo con la factura electrónica, hasta que una regulación establezca algo diferente.
“Las empresas que ya habían comenzado su transformación digital se han defendido mejor del tsunami económico provocado por el virus. La razón es muy sencilla: lo tradicional ha fallado y lo digital ha seguido funcionando y, en algunos casos, ha servido para aumentar el volumen de negocio”, indicó el CMO de Seres para Iberia y Latam, Alberto Redondo.
Según argumentó el directivo, lo anterior ha impulsado el uso no solo de la factura electrónica, sino de otras herramientas digitales, como la firma electrónica.
“Las cifras dibujan un panorama muy alentador de cara a 2021, año en el que se espera alcanzar la masificación total. Atrás han quedado los meses de espera e incertidumbre. En este sentido, la publicación, en mayo, de la Resolución 000042, en la que se estableció un calendario de obligados, marcó un antes y un después”, agregó.
Redondo además recalcó que por cada factura que se emite o se recibe se produce un ahorro, el cual, una vez se haya completado todo el proceso de masificación, “será de cerca de US$4.300 millones anuales para las empresas colombianas”.
Las recientes coyunturas nos han demostrado más que nunca que los modelos de negocio cambian día a día
La habilitación por parte del ente regulador tiene un plazo de cinco años y puede perderse por sanción o voluntariamente