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Este es el panorama de la facturación electrónica en el país, y su efecto en los diferentes sectores
En Panamá, El Salvador, Paraguay, República Dominicana y Venezuela todavía no es de manera obligatoria.
De acuerdo con un informe presentado por Seres, la factura electrónica en Latinoamérica comenzó a utilizarse en la década de los 90 y, con la entrada del nuevo siglo, su implementación se aceleró significativamente. Aunque Chile fue el primer país en incursionar en esta tecnología en 2003, Argentina (2007) y Brasil (2008) fueron los primeros en implementarla obligatoriamente.
Además de los países mencionados, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guadalupe, Guatemala, Guayana Francesa, Honduras, Martinica, México, Perú y Uruguay el uso de la factura electrónica ya es una realidad, lo que ha permitido mejorar la gestión tributaria y las relaciones empresariales a nivel internacional.
Sin embargo, no todos los países de la región avanzan a la misma velocidad y en muchos todavía está en proceso de implantación. Por ejemplo, el estudio resalta que Panamá, El Salvador, Paraguay, República Dominicana y Venezuela realizan esfuerzos para que sea obligatoria, pero sigue siendo voluntario. El más avanzado es Paraguay, que, si el cronograma no tiene variaciones, estaría implementándolo en su totalidad en 2021. En 2014, Chile, Ecuador y Honduras se sumaron al uso de esta herramienta. Perú lo hizo en 2015; Uruguay y Bolivia en 2016 y Costa Rica y Colombia en 2018.
“En definitiva, la e-factura es una necesidad cada vez más apreciable y muy beneficiosa para cualquier entidad que la utilice”, indica el documento.
El proceso de implementación se hará de manera progresiva.
De la experiencia exitosa de Chile, a mediados de 2017 Argentina, Brasil, Ecuador, México, Perú y Uruguay ya contaban con esquemas facturación electrónica más avanzados y maduros.