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La factura electrónica no solo modernizará las operaciones de las empresas, sino que les permitirá reducir costos.
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En total, a la fecha la Dian notificó a 61 proveedores autorizados en hasta siete ciudades diferentes.
Con el fin de evitar inconvenientes, retrasos e incluso estafas, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) publicó a través de su página web el listado de proveedores tecnológicos autorizados para prestar servicios de factura electrónica.
Lo anterior, teniendo en cuenta que el modelo, según lo estipulado por el Gobierno, quedará implementado en pequeñas, medianas y grandes empresas del país a partir del 1 de enero de 2019.
En total, a la fecha la Dian notificó a 61 proveedores autorizados en hasta siete ciudades diferentes, siendo Bogotá la de mayor oferta con 44 posibilidades tecnológicas, seguido de Medellín y Cali con seis y cinco, respectivamente.
Además del ahorro en costos de papelería de oficina, la facturación electrónica se implementará con el fin de lograr una significativa disminución de error de margen, ofrecerle un plus tecnológico a las empresas, evitar la evasión de impuestos y mejorar la economía tanto de la compañía como del país en general con los resultados que arroje su implementación.
Uno de esos proveedores autorizados es la Sociedad de Explotación Redes Electrónicas y Servicios de Colombia (Seres), que busca garantizarle a las empresas contar con los sistemas preparados para conectarte de forma automática con los organismos tributarios, así como la comunicación con cada uno de sus clientes.
Así lo confirmó el director de marketing de la multinacional para Iberia y Latam, Alberto Redondo, quien explicó que el proceso de facturación electrónica con Seres busca ser “una solución que, además de cumplir con la obligatoriedad, le va a permitir a la empresa tener un servicio actualizado continuamente a los requisitos de los países donde esté, además de contar con un respaldo importante que le permitirá guiarlo para sacar el máximo provecho”.
Para ello, la compañía se basa en tres áreas: la primera centrada en cumplir con la normativa; la segunda en optimizar los procesos de facturación, contabilidad y gestión de pagos de facturas, mientras que la última de ellas en el seguimiento y evolución del proyecto.
Sobre el costo del servicio el vocero expresó que varía según el cliente. Existen dos grandes bloques de costos, el primero se centra en la implantación inicial y parametrización. Ahí tenemos soluciones a coste cero. Pero hay clientes con implantación que se aleja de lo “estándar” y que implica más gasto”, dijo Redondo.
Esto permite reducir tiempos de atención y costos, optimizar el manejo de inventarios y mitigar errores que cuestan dinero.
Cerca de 1.342 contribuyentes iniciaron en septiembre.
La entidad ha capacitado sobre facturación electrónica cerca de 2.500 personas en todo el país durante 2018.
