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Las áreas de Recursos Humanos cada vez se concentran más en conceptos como felicidad laboral y salario emocional. Aquí damos algunos tips
La pandemia del covid-19 acentuó un tema que se venía hablando desde hace tiempo: la necesidad de hacer que las personas sean felices en las organizaciones
Las personas pasan, por lo general, una parte considerable de su vida trabajando. Bien sea en organizaciones o como independientes, el tiempo que le dedican a esta actividad en ocasiones supera ampliamente el que comparten con sus familias o el que pasan en sus casas.
Por este motivo, desde hace tiempo las compañías comenzaron a medir sus resultados no sólo en términos de productividad y eficiencia, sino también de felicidad. De ahí surge el concepto Happy Management o gestión de la felicidad, como la forma de buscar que cada trabajador sea feliz haciendo sus labores.
“A raíz de la pandemia, incrementó la necesidad de las empresas de cuidar y proteger a sus colaboradores en temas de salud mental. Ya desde antes se había mostrado un interés en este tema, pero ahora se hace de una manera mucho más seria, con los líderes de las compañías”, contó July Urrutia, directora de Happy Management Institute, comunidad internacional de aprendizaje con presencia en Colombia.
Sin embargo, la directora advirtió que lo que puede funcionar en una empresa, no necesariamente es útil para otra, por lo cual debe hacerse un diagnóstico para establecer las estrategias que lleven a incrementar la felicidad de sus trabajadores. “Esto es como preparar un traje a la medida. Se crea un programa de capacitación con talleres y conferencias de acuerdo con las dolencias de la propia empresa. Hoy, por ejemplo, está de moda hablar de mindfulness, que funciona mucho, pero a veces la gente de las empresas necesita que hablen más de calidad de vida, de cómo hacer un balance entre vida y trabajo”, afirmó.
En cuanto a las acciones concretas para llevar a cabo un programa de Happy Management, la directora habla de tres pasos fundamentales: “Lo primero, es la flexibilidad en el trabajo, pero en función del logro de los objetivos de la compañía. También se debe poner cuidado en cómo está la comunicación de la gente de la empresa, qué se habla de los líderes y cómo hablan los líderes. Y lo más importante es el rol del líder. La autenticidad y la congruencia con las que un director gerencia a su equipo son las que marcan el éxito o el fracaso, y esto está dado por la gestión de su propia inteligencia emocional”, comentó.
Para Ana María Martínez Higuera, psicóloga especialista en seguridad y salud en el trabajo, la felicidad se da cuando los colaboradores se sienten protagonistas en el cumplimiento de los objetivos organizacionales.
“Se puede hablar de felicidad cuando la organización, a través de pequeños detalles, se enfoca en cuidar el bien más preciado que es el recurso humano. Cuando comienza a invertir en la formación y cuidado del ser, y cuando se enfoca en las necesidades de las personas, sabiendo que cada miembro de la empresa es un universo y tiene sus propias motivaciones”, indicó el encargado de la felicidad.
A la par del crecimiento de la tendencia por el Happy Management, ha surgido la figura del Chief Hapiness Officer, Happiness Consultant o Director de Felicidad, que es un cargo que tienen ciertas compañías para una persona encargada de hacer felices a los colaboradores. Hoy, se pueden encontrar cursos, donde se potencian las habilidades comunicativas y emocionales con miras a procurar entornos organizacionales felices.
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