Avistamiento de aves, plan paralelo a las fiestas

De acuerdo con el Doing Business Subnacional 2017, Manizales es la mejor ciudad del país para hacer negocios. Adicional a esto, apunta a convertirse en un destino turístico por excelencia para extranjeros y nacionales. Una apuesta para lograrlo son los ecoparques y las reservas naturales.

Las bondades que trae consigo estar a 2.200 metros sobre el nivel del mar son paisajes verdes, diversidad en flora y fauna y un clima promedio de 16°C durante todo el año.

Uno de los lugares que pueden visitar locales y extranjeros para conocer toda la riqueza natural que ofrece el departamento es la reserva Río Blanco, situada a 20 minutos de la ciudad. Este recinto de 5.000 hectáreas permite el avistamiento de aves. Es el tercer sitio a nivel mundial para realizar esta actividad, ya que cuenta con más de 350 especies de aves, de las cuales tres son endémicas y cuatro semiendémicas y otras en peligro de extinción. En este sentido, en el departamento hay 933 especies de aves registradas, de estas 78 están enlistadas como migratorias boreales y 11 como australes.

Para Jorge Hernán Mesa Botero, gerente de Aguas de Manizales, la reserva Río Blanco se ha convertido en un lugar predilecto por los turistas y los locales. Este espacio, que fue declarado reserva forestal protectora del orden Nacional desde 1992, aporta 35% del agua para abastecer el acueducto de la ciudad.

“En la región caldense existe una alta biodiversidad especialmente en avifauna, destacando que existe alrededor de 50% de las aves que posee Colombia, de la cuales alrededor de 30% pueden ser avistadas en la reserva Río Blanco”, detalló Mesa. La empresa es la encargada de administrar este espacio natural.

Río Blanco es un bosque húmedo montano bajo, mejor conocido como Bosque de Niebla; posee una luminosidad de 10%, una temperatura promedio de 12ºC, una precipitación de 2500 mm/año, una humedad de 90% y gran epifitismo (plantas que nacen sobre otras plantas). Recibe este nombre porque en el lugar donde nace el río se encuentra cubierto de piedras grandes de color blanco. El afluente atraviesa todo el Parque, desembocando en la Bocatoma Olivares.

Además del avistamiento de aves, se puede hacer senderismo en un recorrido de 3 kms. que asciende desde los 2.240 a los 2.630 msnm por los cuales se puede apreciar los bosques de aliso (Alnus jorullensis) las aráceas, orquídeas, bromelias y en general la flora típica de un bosque sub andino. Un paisaje poco común en el planeta.

La reserva cuenta con dos cabañas de arquitectura colonial para el alojamiento de los turistas. También hay un restaurante con comida típica y conexión a internet.