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En un ejercicio de prospectiva económica, LR consultó a diferentes líderes gremiales cuál es la fórmula para crecer a 2050
El presidente de Camacol indicó que la meta del sector a 2050 es que la totalidad de las viviendas que se construyan sean verdes
El sector de la vivienda atraviesa uno de sus momentos más críticos en los últimos años. Durante los primeros seis meses de 2024, la venta de viviendas registró una caída de 8,8%, según Coordenada Urbana de Camacol, con la venta de 66.620 unidades, lo que evidencia un freno en la dinámica del mercado. A esto se suma la contracción del PIB de edificaciones en -2,8% en el segundo trimestre del año, que extiende la racha negativa a la producción residencial y no residencial.
Frente a este panorama, Guillermo Herrera Castaño, presidente de Camacol, subrayó la necesidad de impulsar políticas que fomenten la producción de vivienda formal y amplíen el acceso a más hogares, como base para una recuperación.
Pensar en el país a futuro implica ser cada vez más conscientes de la importancia que tienen las ciudades para el desarrollo económico y social. Actualmente, 76,1% de la población colombiana vive en zonas urbanas, y se espera, siguiendo la Misión del Sistema de Ciudades del DNP, que para 2050 se ubique en torno a 86%. Tendremos que apostarle a la construcción de ciudades mejor planificadas, modernas y sostenibles. En este objetivo, la vivienda formal juega un papel crucial.
Como país, tendremos que impulsar la construcción de vivienda formal para que 100% de los hogares pueda acceder a vivienda digna, con servicios públicos, con acceso a equipamientos urbanos y conectada con las dinámicas urbanas que generan oportunidades. Este objetivo se traduce en haber eliminado el déficit habitacional y el déficit de entorno para 2050.
También habrá que impulsar la construcción sostenible para que la totalidad de las viviendas que se construyan a 2050 sean verdes.
No se puede crecer sin estimular la producción y la demanda interna. La construcción es un sector industrial que está estrechamente encadenado con más de 50% del aparato productivo nacional. Una estrategia de crecimiento sustentada en este sector, históricamente ha demostrado ser acertado gracias al potencial para movilizar la economía.
Para 2022, la producción de edificaciones sumó cerca de $83 billones de los cuales $53 billones corresponden a consumo intermedio, es decir, los insumos que la construcción demanda de otros sectores (industria, comercio, servicios, etc.). 73% de los insumos demandados son producidos en el país, de manera que la construcción es fundamental para impulsar la economía local y el empleo.
Es claro que medidas como la reducción de las tasas de interés son claves para impulsar la demanda en el corto plazo, sin embargo, consolidar una estrategia de crecimiento de la construcción y la economía implica pensar en cómo impulsar la producción de vivienda formal con un horizonte de largo plazo, y cómo generar que cada vez más hogares puedan acceder a ese mercado formal de vivienda.
La variable que determina la producción del sector es la demanda. Aún con un crecimiento económico, el país mantiene niveles de ingreso que son estructuralmente bajos y limitan la capacidad de los hogares para acceder a la vivienda.
Cerca de 80% de los hogares cuenta con ingresos inferiores a cuatro salarios mínimos. Esto se alinea con análisis como los realizados por Fedesarrollo que indican que, en ausencia de subsidios, solo 20% de la población de más altos ingresos puede acceder al mercado formal de vivienda.
El país debe avanzar en generar un crecimiento sostenido que permita que los hogares tengan cada vez mayor ingreso. Será clave impulsar agendas para que las ciudades puedan tener dinámicas de crecimiento mejor planificadas, con gestión de suelo para vivienda, y con la modernización de la cadena, trámites que generen mejores condiciones para la oferta.
El presidente de Camacol subrayó la necesidad de reactivar el sector edificador como clave para el crecimiento económico. “En el corto plazo, cumplir con los compromisos del Pacto del Hábitat por la Reactivación, firmado con el Ministerio de Vivienda”, indicó. A largo plazo, la sostenibilidad es central: Camacol proyecta que para 2050, las viviendas deberán cumplir con estándares de eficiencia energética y bajas emisiones. Además, el sector seguirá evolucionando con nuevos modelos de negocio, como el arrendamiento especializado y la internacionalización.
Malagón, presidente de Asobancaria, indicó que se debe recuperar los niveles de inversión desde 17% del PIB actual hasta 25%
José Duarte, presidente de Cotelco, explicó que, para incrementar el turismo, es necesario contar con seguridad física y jurídica