"Así como pasó de 1974 a 1984, Colombia sigue sin lograr mantener épocas de alza"

En medio del foro organizado por los 70 años del diario La República: ¡Hay país! Prospectiva económica 2050, Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda y Crédito Público, dio un balance de la economía comprendida entre los años 1974 y 1984.

Comenzó indicado que, en general, esta fue una década de grandes choques externos, tanto de auge como de crisis y de transformaciones, ya que el país comenzó a tener unos problemas que no tenía antes. "Al mismo tiempo es una época que logró unos resultados importantes", dijo.

El exministro prosiguió a hacer un recuento del comportamiento de la economía entres gobiernos diferentes, como lo fue el de Alfonso López Michelsen, el de Julio César Turbay y el de Belisario Betancur.

Explicó que la década inicio en 1974 con el gobierno de Alfonso López Michelsen, en el que su plan de desarrollo económico para cerrar la brecha tenía la intención de disminuir la desigualdad en Colombia, pero tuvo que enfrentar una situación macroeconómica muy exigente y su foco tuvo que girar a administrar esos ciclos externos.

"Luego vino el de Julio César Turbay Ayala, y en este periodo su plan de desarrollo tenía la intención de construir la infraestructura, hacer un plan de integración nacional, de choque para atraer inversión pública y así poder transformar a Colombia y darle más posibilidades de crecimiento. Sin embargo, como sucedió en los demás gobiernos de la década, su periodo de mandato estuvo también marcada por condiciones adversas que hicieron que estos objetivos no se lograron completar", explicó Cárdenas.

El exministro pasó a esbozar lo sucedido en el periodo de gobierno de Belisario Betancur. "En este su énfasis era lo social, pero muchas de sus metas y aspiraciones no se pudieron lograr por las condiciones macroeconómicas", dijo.

Para Mauricio Cárdenas, una de las primeras conclusiones que dejaron estos tres gobiernos, y que sigue siendo concurrente hasta hoy, es que las realidades están determinadas por los choques externos.

A modo general, dijo que la década comenzó con un auge externo importante, que fue el incremento de los precios del café. A comienzo del año 74 tenía un precio de 70 centavos por libra, ya para el 77 estuvo por encima de US$3 la libra. "Recordemos que el café era el principal producto de exportación para esta época", dijo.

Esto causó también un aumento de la producción por el incentivo que terminó siendo el alza de los precios, y como consecuencia, un gran aumento en las exportaciones. "El país tuvo un choque externo positivo con la bonanza cafetera. Pero para la década de los 80 bajaron los precios del café y estuvieron a niveles de un US$1 por libra de café. Esto demuestra que eso positivo no se mantuvo", dijo Cardenas.

En cuanto a cifras macroeconómicas, fue una época de contrastes. Dijo que la década sufrió en algún momento un superavit de casi 3% del PIB, lo que reflejó que se tuvo un auge positivo pero que en poco tiempo se paso a una crisis. Además, muy conectado con la realidad de hoy, informó que la inflación para la década llegó a cifra de 30% en tiempos de bonanza cafetera.

Más importante aún fue que, en términos de crecimiento, en 1978 la economía creció 9%, lo que fue un verdadero auge, lo que se conoció como un resultado de la bonanza cafetera, y una alza que nunca había tenido tal repunte. Pero en 1982, cuando llega Betancour, este se encuentra con un país que deja de crecer por la baja de los precios del café.

Y es que en la década de los 80, el café comienza a perder algo de protagonismo por los hallazgos de petróleo.