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El potencial exportador de colombia requiere un objetivo claro, objetivo y medible de clasificación del hidrógeno, que dé claridad y certeza a los potenciales compradores sobre las virtudes ambientales
La obtención oportuna de las licencias y permisos sería una de las soluciones a los problemas que sufre el sector según los expertos
En Colombia, la producción a gran escala del hidrógeno aún tiene un largo camino por recorrer, en parte, por la regulación.
En la ley de Transición energética 2099 de 2021 de Colombia, se define al hidrógeno como aquel producido a partir de fuentes no convencionales de energía renovable (Fncer).
En Colombia la ruta del hidrógeno verde que plantea el marco jurídico y regulatorio muestra los desafíos y retos ambientales a los que se enfrenta este modelo energético. En el país, es la ley 2099 de 2021 la que determina los establecimientos bajo los cuales tienen que regirse los proyectos de hidrógeno verde.
De acuerdo con Inés Elvira Vesga, socia en Holland & Knight, hay unos requisitos mínimo para la e ejecución de un proyecto de hidrogeno verde.
Primero, Vesga aclara que una de las barreras es “la dificultad en la obtención oportuna de las licencias y permisos ambientales asociados al proyecto de generación de energía que está detrás del proyecto. Si no es viable el proyecto de generación, tampoco lo será el de H2”.
Asimismo, uno de los grandes desafíos es “la necesidad de definir regulatoriamente cuál es el umbral para que el H2 sea considerado de bajas emisiones, y la ampliación de los beneficios tributarios a este tipo de H2”, dijo Vesga.
Con respecto al transporte de este tipo de energía, Vesga dice que hay vacíos regulatorios referentes al transporte por ductos.
Como también, no existen términos de referencia para poder adquirir una licencia ambiental, esto impide que se lleve a cabo un proyecto completamente regulado, lo que llevaría a frenar su ejecución. Igualmente, “se necesitan más incentivos para la adaptación tecnológica industrial y la definición de instrumentos para la ampliación de la infraestructura”, aclaró Vesga.
En lo relacionado a la promoción de incentivo para que cada vez se unan más empresarios a la transición energética la abogada aseguró que “se necesitan más incentivos para la adaptación tecnológica industrial y la definición de instrumentos para la ampliación de la infraestructura”.
Sin embargo, hay un incentivo tributario que ya está vigente, el cual dice que, quienes contribuyen a la ejecución de proyectos con hidrogeno verde, por ejemplo, tendrán una deducción de hasta 50% en el impuesto sobre la renta de la renta de la inversión durante 15 años. Y también se podrán excluir del IVA y pago de aranceles de equipos, elementos, maquinaria y servicios del país o importados que tengan como fin la producción de energías renovables.
De acuerdo con, Milton Montoya, director del Departamento de Derecho Minero Energético de la Universidad Externado de Colombia”, actualmente, la producción de hidrógeno verde es costosa. Esto representa un desafío para su adopción masiva, ya que es necesario reducir los costos para que sea competitivo en el mercado. Existen otros desafíos tecnológicos de almacenamiento y transporte ”.
Toyota, Hyundai y Marco Polo están entre las marcas con proyectos de hidrógeno que están realizando fases de prueba para su factibilidad
Colombia puede convertirse en un referente de producción por su oferta hídrica, el potencial eólico y solar del norte del país, más sus precios competitivos
El potencial exportador de Colombia requiere un objetivo claro, objetivo y medible de clasificación del hidrógeno, que dé claridad y certeza a los potenciales compradores sobre las virtudes ambientales