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El potencial exportador de colombia requiere un objetivo claro, objetivo y medible de clasificación del hidrógeno, que dé claridad y certeza a los potenciales compradores sobre las virtudes ambientales
El hidrógeno se puede utilizar para generar electricidad a través de celdas de combustible.
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El hidrógeno es una de las alternativas energéticas con las que Colombia contará para sacar adelante su plan de transición. expertos esbozaron un ABC sobre su manejo
A dos años del lanzamiento de la Hoja de Ruta del Hidrógeno por parte del Ministerio de Minas y Energía, la participación de las fuentes no convencionales de energía renovable en la matriz eléctrica colombiana, inferior 1% en 2018, aumentó a más de 12% para 2022. Esto, sin duda, abre un terreno para la implementación del hidrógeno como una de las fuentes de generación limpia con un flujo emisiones casi nulas.
La Contribución Determinada a Nivel Nacional de Colombia, que son los compromisos con el Acuerdo de París, compromete una reducción de emisiones de 51% en 2030 respecto al escenario de referencia con el objetivo de alcanzar la carbono-neutralidad hacia mediados de siglo. Pero, ¿qué es el hidrógeno?
Expertos en el tema como Rafael Ballén, ingeniero mecánico especializado, explica que “el hidrógeno es un vector energético limpio y que no genera emisiones de gases nocivos, ya que al consumirse solo genera como residuo agua reduciendo así las emisiones de monóxido y dióxido de carbono a la atmósfera".
Para complementar, Luis Gabriel Marín Collazos, profesor Facultad de Ingeniería de la Universidad Javeriana, explicó que “el hidrógeno se considera un vector energético, es decir un medio para almacenar y transportar energía. El hidrógeno verde es producido a través de la electrólisis del agua, utilizando electricidad generada a partir de fuentes renovables, tales como: energía solar y eólica, para separar el hidrógeno del oxígeno en cada molécula de agua".
"Este proceso es fundamental para catalogar al hidrógeno como “verde”, ya que no genera emisiones de dióxido de carbono (CO2) en su producción ni en su uso final. Esto lo convierte en una pieza esencial para descarbonizar sectores económicos”, agregó.
“Tenemos pruebas en calderas, grupo electrógenos y hornos crematorios con ahorros desde 32% a 50% en combustible, y mejoras ambientales en 90%”.
“La infraestructura necesaria para producir, almacenar y distribuir hidrógeno a gran escala es limitada en Colombia, por lo que se necesita mayor inversión”.
Según los expertos consultados, la tipificación del hidrógeno se hace a partir de un código de colores que simplifica la clasificación según la fuente de energía que se usa para producirlo y, a veces, también según el proceso de producción. Hay tres tipos determinados.
Está el hidrógeno gris, producido a partir de combustibles fósiles, principalmente gas natural y carbón, sin subsecuente captura y almacenamiento de carbono. El hidrógeno azul, producido a partir de fuentes fósiles que incorporan captura y almacenamiento de emisiones de CO2. Este se incluye dentro de las Fuentes no Convencionales de Energía, Fnce. Y el hidrógeno verde, que corresponde con el hidrógeno renovable.
De acuerdo con la ley colombiana, se define como hidrógeno verde al producido a partir de Fuentes No Convencionales de Energía Renovable, Fncer, como la biomasa, los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos, la eólica, el calor geotérmico, la solar, o los mareomotriz.
Marín explica que, además de su contribución a la neutralidad de carbono, el hidrógeno verde presenta una serie de beneficios adicionales. “Una vez almacenado, se puede utilizar para generar electricidad a través de celdas de combustible. Estas requieren como insumo de entrada hidrógeno y oxígeno, y producen agua como subproducto. Esto lo hace versátil y aplicable en sectores como la energía, la industria y el transporte. Dado lo anterior, se puede considerar el hidrógeno verde como una estrategia más para la diversificación de la matriz energética colombiana”.
Además de ser un país biodiverso, Colombia es rico y auto suficiente en combustibles debido a las reservas petróleo, gas natural y carbón que podrían utilizarse para la producción de hidrógeno azul mediante la captura almacenamiento y/o utilización de las emisiones de CO2 generadas, según explican desde el Ministerio de Minas en la Hoja de Ruta del Hidrógeno.
Sin embargo, desde el sector empresarial se espera más “acciones de querer”. Henry Villa-Lugo, gerente de Biothermal Hidrógeno en Colombia, dice que el país todavía tiene una mentalidad equivocada del hidrógeno. “En este momento la confiabilidad no se ha cambiado y en muchos años eso no va a cambiar”. Por otro lado, Ballén, advierte la infraestructura es limitada, por lo que “se necesita más inversión y leyes.
El recurso eólico en la costa es comparable en intensidad y constancia al obtenible en condiciones ‘offshore’ con factores de planta que superan 60%. El recurso solar también es abundante donde las instalaciones de tecnología solar foto voltaica alcanzan factores de planta superiores a 20%.
“Estas condiciones posibilitarán costos de producción de hidrógeno verde similares a los obtenidos a partir de fuentes fósiles desde finales de la presente década y que resultarán competitivos a nivel global”, dice MinMinas.
Colombia puede convertirse en un referente de producción por su oferta hídrica, el potencial eólico y solar del norte del país, más sus precios competitivos
En la Unión Europea destacan Finlandia, Suecia y Dinamarca, porque aportan 18% de la capacidad de electrolizadores de Europa para la producción de hidrógeno verde
Toyota, Hyundai y Marco Polo están entre las marcas con proyectos de hidrógeno que están realizando fases de prueba para su factibilidad
