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La primera expedición a la Luna habría costado US$288.000 millones si se hubiera hecho hoy
Aunque EE.UU. lidera la carrera por volver a pisar la Luna, Rusia, Japón, Corea e India también trabajan en misiones y programas lunares para la próxima década
Llegar a la Luna ha sido uno de los proyectos que la humanidad se ha trazado como propósito a lo largo de los tiempos. Desde los babilonios en el 750 A.C., pasando por los Toltecas mexicanos del Siglo X, a la primera observación del astro realizada por Galileo Galilei en 1610, el estudio de este cuerpo celeste, único satélite natural de la Tierra, ha estado presente a lo largo de la historia humana.
Además de estudiar a la Luna, la otra meta de los hombres fue llegar a ella. En julio de 1969 el viaje del Apolo 11 materializó las historias que soñaron Julio Verne y los hermanos Lumière, lo que trajo consigo cinco misiones tripuladas que finalizaron en 1972, una proeza que la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa) planea repetir en 2024.
Artemisa es el nombre del nuevo programa para regresar a la Luna (y posteriormente llegar a Marte). El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció en mayo de este año una inversión de US$1.600 millones, y para la consecución de este nuevo proyecto la Nasa definió una serie de misiones entre las que está la construcción de una estación espacial que orbite el satélite, Gateway, que iniciará en 2022; el desarrollo de la cápsula Orión, que llevará a los astronauta hasta la estación lunar, y el cohete SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial) que será el artefacto encargado de transportar la cápsula al espacio.
Santiago Vargas, coordinador de investigación del Observatorio Astronómico Nacional de la U. Nacional, explica que gracias a las misiones realizadas entre 1969 y 1972, junto a otros viajes de exploración no tripulados, se ha podido estudiar por más de 50 años rocas lunares, fundamentales para analizar la composición de la Luna y para el planteamiento de teorías de formación del cuerpo celeste.
“Este nuevo auge de llegar a la Luna vuelve porque hay nueva tecnología, nuevos intereses, y sigue siendo motivo de orgullo nacionalista, con un componente extra, lo que quiere la Nasa es que sea una mujer la que pise la Luna en la próxima misión”, explica Vargas. De hecho, por eso Artemisa, nombre con el que en la mitología griega se conoce a la hermana de Apolo, no fue una casualidad para el programa.
Aunque esta es la apuesta del momento para que los humanos vuelvan a pisar el satélite, no es la única misión de exploración que se está adelantando. Como parte del programa Chandrayaan, India está trabajando en tres misiones: Chandrayaan-2, Vikram y Pragyan, con el objetivo de practicar análisis del terreno lunar. Para diciembre de este año, el Programa Chino de Exploración Lunar pondrá en marcha la misión de retorno de muestras Chang’e 5, que complementará con Chang’e 6 en 2020.
El próximo año también están previstos los lanzamientos de Exploration Mission 1, una prueba no tripulada de la nave espacial Orión en el entorno lunar, y Kplo, un demostrador de tecnología lunar del programa de exploración coreano que se lanzará en diciembre de 2020.
En 2021 será el turno de Rusia y Japón con dos alunizajes no tripulados. Si bien aún no se conocen detalles sobre Slim, el programa nipón, el lanzamiento de Luna 25 (Rusia), tiene como objetivo la exploración de los recursos naturales del satélite natural, misión que complementa Luna 26, un orbital no tripulado que se lanzará en 2022, y Luna 27, otro alunizaje no tripulado que tendrá lugar en 2023.
En 2022, los japoneses también tienen programado un sobrevuelo lunar de asistencia gravitacional, Destiny+, en su camino hacia el asteroide (3200) Faetón, mientras que los rusos continuarán su apuesta con Federatsia, un proyecto a cargo de la Agencia Espacial Federal Rusa para desarrollar una nueva generación de naves espaciales, con un vuelo no tripulado a la Luna en 2027 y un vuelo tripulado en 2029.
“Todas esas exploraciones son importantes, el futuro del mundo está en explorar y hay que buscar nuevos descubrimientos. Es fundamental que se continúe”, detalla Enrique Forero, presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (Accefyn), quien, sin embargo, sostiene que existe un matiz político en estas misiones. “Trump está queriendo mostrar su poderío. No hay que sorprendernos el día en que China ponga un hombre en la Luna, no tendría nada de raro”.
Marte sería la próxima parada en la carrera de conquista del espacio
Aunque las misiones actuales apuntan a la Luna, los expertos señalan que el próximo paso es llegar al planeta rojo. Vargas destaca el hecho de que la meta final de la misión Artemisa es Marte, donde el objetivo es llegar en 2030. Por su parte, Eduardo Posada, presidente de varias entidades como la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (Acac), señala que “la próxima etapa realmente es ir a Marte, porque es un planeta que tiene cierto parecido con la tierra”, y se está apuntando a buscar minerales en el espacio.
En el Centro Espacial Kennedy de la NASA se realizó una ceremonia que conmemoró el aniversario 50 del alunizaje que fascinó al mundo en 1969.
David Draper, Deputy Chief Scientist de la Nasa, también resaltó la importancia del sector privado actualmente