Lo impensado, comprar casa desde casa

El mercado de vivienda venía de tres largas décadas de rezago tecnológico, por lo que trabajar por un ecosistema inmobiliario 100% digital es un esfuerzo que repercute en toda la cadena de valor al permitir a la industria vender de manera digital. Se trata de algo que resultaba impensable hasta hace pocos años atrás. Las personas pueden tomar ahora una decisión mucho más informada, los trámites se simplifican y los desarrolladores se enfocan en construir.

Aunque el incremento en los precios de vivienda es una posibilidad latente, la brecha entre la vivienda existente y necesaria garantizará una demanda continua, y, si a esta le sumamos los estímulos existentes como los subsidios del Gobierno Nacional, no vemos que las ventas vayan a descender de forma dramática. Por el contrario, la inversión en propiedad raíz ha demostrado fortaleza frente a otros activos, pues cuenta con una mayor rentabilidad.

En medio de este panorama, los productos digitales han jugado un papel trascendental, a tal punto que las transacciones inmobiliarias han empezado a incorporar de manera definitiva este tipo de facilidades.

En el caso de LaHaus, hemos desarrollado productos digitales como el Inventory Management System (IMS), por medio del cual los constructores pueden administrar el inventario que tienen destinado a sus proyectos en tiempo real y realizar cotizaciones en segundos, lo que antes tardaba horas, porque se administraba el inventario en cuadernos.

Ha sido evidente, por ejemplo, el crecimiento de nuestra plataforma denominada PLP (Plataforma de Lanzamiento de Proyectos), que nos ha permitido realizar lanzamientos de proyectos habitacionales de forma 100% digital, desde la preventa, hasta los pagos de separación de forma similar a como se compra hoy un tiquete aéreo y se escoge una silla dentro del avión. Haber contado con esto previo a la pandemia, nos permitió acompañar a los desarrolladores a vender digitalmente durante las cuarentenas.

La vivienda se ha convertido, entonces, en una muy buena oportunidad de inversión, pues en medio de un ciclo inflacionario mundial y de incertidumbre global a raíz de los conflictos geopolíticos, la pandemia, entre otros factores, sigue consolidándose como un activo refugio que respalda los recursos de los propietarios e inversionistas, tanto nacionales como extranjeros. Con base en este panorama, quienes toman la decisión de adquirir bienes raíces habitacionales, pueden recibir un mejor retorno de capital.

Ante esto, seguimos trabajando en la habilitación de transacciones con Bitcoin; de hecho, Natura City, en Santa Marta, fue el primer proyecto en Colombia donde se separó un apartamento por medio de la criptomoneda.

Sin embargo, la coyuntura no solo nos permite estar en la búsqueda de optimizar los procesos de comercialización de vivienda, también buscamos que nuestros datos puedan ser insumo para generar una buena política pública que permita la construcción de nuevos espacios urbanos y la mejora de los existentes. Por esto es vital nuestra alianza con el MIT, que entregará información de valor para la industria y el gobierno.

Como humanidad, la pandemia nos generó profundas grietas, pero también oportunidades para cambiar la forma en que hacíamos y veíamos las cosas. Se permitió a los desarrolladores seguir con sus negocios y a los compradores, que comenzaron a privilegiar más la vivienda, y acceder a comprar casa desde casa.