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El nuevo soberano de Inglaterra toma un país que enfrenta una de sus peores crisis por la falta de gas, la alta inflación y tasa de interés
Luego de la muerte de la Reina Isabel II, su hijo mayor, Carlos III sucedió al trono, coronándose como el nuevo Rey de Inglaterra. El soberano llega en medio de un panorama difícil para Europa y de debilitamiento de la monarquía, con una crisis energética y de gas, sequías extremas, devaluación de las monedas y creciente inflación.
Los imperios se han debilitado en los últimos años y la monarquía británica no es la excepción. La mayoría de los imperios europeos cayeron desde el Siglo XVIII hasta el Siglo XX, dando fin a un periodo de reinados y mandatos oligárquicos y apuntando a buscar una sociedad más igualitaria y democrática.
La Reina Isabel II vivió la transición del fin del imperio británico y murió en una de las peores crisis de su país en medio de una guerra y profundas consecuencias del covid-19.
El nuevo Rey recibe una monarquía debilitada, donde juega un papel más de carácter social que político, por lo cual, no influye en las decisiones del país, pues tiene como designada a la primera ministra, Elizabeth Truss, quien hace pocos días llegó al cargo. Antes de morir, la Reina le encargó a la nueva ministra la creación de un gobierno sólido.
La corona británica se convirtió en un símbolo, más allá de la autoridad que pueda tener sobre Reino Unido. Tras la salida de ese país del brexit su economía se debilitó y desde entonces el PIB británico ha perdido 5,5%, pues su comercio se ha visto afectado a lo largo de estos años. Personas cercanas a la familia real aseguraban que la Reina nunca estuvo de acuerdo con ello.
Recientemente se ha hablado de la posibilidad de revertir las reglas que rigen el comercio posterior al brexit con Irlanda del Norte; sin embargo, esto podría afectar las posibilidades de un acuerdo comercial bilateral con Estados Unidos, según informó la misma Casa Blanca.
Existe la preocupación de que Truss, siendo del partido conservador, pueda deshacer partes del acuerdo que mantiene a esa Nación en el mercado único de bienes del bloque para evitar una frontera dura en la isla de Irlanda. Un enfrentamiento sobre esto ha tensado las relaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido, lo que aumenta la posibilidad de una guerra comercial si el gobierno británico niega las reglas. El presidente de EE.UU., Joe Biden, habló con Truss para discutir sobre la importancia de llegar a un acuerdo negociado con la UE sobre este protocolo, pues la líder pretende una solución rápida y eficaz a la coyuntura.
“El Gobierno debe dar un paso al frente y hacer lo que sea necesario para proteger las empresas, los medios de subsistencia y los puestos de trabajo. Es probable que las presiones inflacionarias aumenten”.
“No debemos desanimarnos por los desafíos que enfrentamos. Podemos capear la tormenta, reconstruir nuestra economía y convertirnos en una Gran Bretaña moderna y brillante”.
Según las previsiones de la Cámara de Comercio Británica, el país ya se encuentra en medio de una recesión y la inflación está camino a alcanzar 14% a finales de este año, lo cual aumenta la presión sobre la nueva primera ministra para que actúe con rapidez para evitar una calamidad económica mayor.
El grupo de cabildeo empresarial dice que espera que la economía siga su contracción del segundo trimestre con dos períodos más de declive para redondear el año antes de un escaso repunte de solo 0,2% en 2023. Esto por las perspectivas desmoronadas al aumento de los costos de la energía y la disminución del gasto de los hogares y los salarios reales, así como a las perspectivas de exportación más débiles, las malas condiciones de inversión y el debilitamiento de la confianza empresarial.
Hasta el momento, el Banco de Inglaterra ha subido su tasa de interés cinco veces este año. El último incremento fue en agosto, pasando de 1,25% a 1,75% como respuesta a la presión en los precios al consumidor de dicha región. La próxima reunión será el 22 de septiembre.
El rey recibe una moneda que se sigue devaluando
La libra esterlina venía cayendo en los últimos meses a causa del aumento del dólar y el temor de una recesión en los próximos meses. Luego del anuncio de la muerte de la Reina, la moneda siguió debilitándose; sin embargo, un día después de la noticia, empezó a recuperarse debido al panorama económico global ante el corte de gas ruso hacia Europa y las especulaciones de que Truss, invertirá US$150.793 millones para congelar las facturas de energía durante los próximos meses.
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