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El derecho comercial es el posgrado con más demanda en el país
La flexibilidad laboral derivada por la pandemia, llegó para quedarse en el mercado legal pese al retorno paulatino de la presencialidad en bufetes
Trabajar desde la virtualidad como consecuencia de la pandemia ha ocasionado posiciones encontradas y por supuesto, el sector legal no queda exento de este debate.
Aunque la mayoría de bufetes han visto en ella la oportunidad, hay quienes advierten circunstancias no tan favorables. El abogado Néstor Osuna comenta que “no existe una experiencia única ni uniforme”, al precisar que si bien, algunas oficinas de letrados se adaptaron ya de modo definitivo al trabajo a distancia, hay también quienes combinan la presencialidad con el trabajo remoto y otros que aspiran a retornar al modo de operación tradicional.
Esta perspectiva deja ver, cómo después de un año y medio, en donde la apuesta es retornar progresivamente a la presencialidad, se empiezan a hacer balances sobre las lecciones y sobre cuál debería ser el modelo para operar en el marco del derecho.
Grandes bufetes en el país como Holland & Knight y Paniagua & Tovar Abogados S.A, indicaron que su retorno a la presencialidad se ha llevado a cabo de forma mixta y paulatina. Sin embargo, el punto de inflexión para la flexibilidad laboral ha llegado para quedarse. A excepción de algunas áreas administrativas para quienes la presencialidad ha sido obligatoria, el resto de colaboradores de estas firmas sí han gozado del privilegio de elegir su metodología de trabajo.
Enrique Gómez-Pinzón, socio ejecutivo de Holland & Knight comentó que, aunque 95% de su capital humano ya se encuentra vacunado, no se ha establecido una fecha definitiva para la apertura total de sus oficinas; solo hay algunas abiertas para quienes a pesar de todo, prefieren el contacto directo. Motivo por el cual, estas empresas no se detienen ante la implementación de una política de retorno.
Osuna asegura que un dato común entre estas empresas es la apropiación y uso de herramientas tecnológicas para el acopio de información y para la comunicación, en el que la territorialidad se va desdibujando conforme van desapareciendo las barreras tradicionales. Es decir, que una firma en Bogotá puede contratar profesionales del derecho con domicilio en otros lugares, incluso fuera de Colombia, y así mismo, atender asuntos que se tramitan fuera de esa ciudad.
Alejandro Mesa, managing Partner de Baker McKenzie, indicó que la pandemia aceleró la adopción de plataformas adicionales y su impacto respecto a las tendencias tecnológicas marcaron un nuevo rumbo en el sector, dejando ver que el dominio alcanzado a la fecha, es sólo el comienzo. Razón por la que deben mantenerse e implementarse todas las herramientas digitales si lo que se quiere es garantizar el cumplimiento y rigurosidad del trabajo.
Otro factor a destacar en la actual coyuntura tiene que ver con la confianza del cliente, la cual evidentemente cambió, pero a su vez, llevó a las firmas a ser, no sólo más eficientes y efectivas, sino también a ajustarse a los nuevos requerimientos de sus servicios.
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