MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
El sector legal en medio de la pandemia, se enfrentó a cambios que asumieron los abogados y sus colaboradores
¿El mundo post-covid nos hará reinventar el litigio? Finalizando el 2019 nadie anticipaba una de las más complejas coyunturas de la historia reciente. Incluso al inicio del 2020 seguíamos viendo lejano que el covid-19 llegaría para afectar la economía y nuestra cotidianidad.
La pandemia y sus consecuencias, sin embargo, son pasajeras, pero no implica que pasarán inadvertidas y que no traerá cambios permanentes Thomas Friedman dijo hace poco que el covid-19 sería un punto de inflexión que trazaría una línea entre un mundo antes del covid y uno después del covid .
El mundo después está en proceso de construcción y, aunque es difícil anticiparlo, es probable que traiga cambios estructurales y permanentes. Ni el derecho, ni la industria legal, mucho menos los litigios y la resolución de disputas, escaparán a esos cambios.
En el mundo antes de dependíamos de la interacción física, del original y del papel. Preferíamos la impresión. Confiábamos solo en la notificación física. Veíamos lejanas herramientas como Zoom. Era imperioso estar físicamente en toda reunión y en cualquier tipo de audiencia. Aunque el arbitraje y el Código General del Proceso venían cambiando esa mentalidad y visión en exceso formalista que ha permeado el litigio en Colombia, el confinamiento y el aislamiento terminaron por romper el paradigma.
El reciente decreto legislativo 806 del 4 de junio de 2020 abre la posibilidad para que notificaciones y actuaciones se hagan por correo electrónico y para que las audiencias puedan ser virtuales, realidades que venían siendo reconocidas desde 1999 con la ley de comercio electrónico. El Consejo Superior de la Judicatura, por su parte, inició un plan de digitalización de expedientes que haría por fin del expediente virtual una realidad, lo que en otras profesiones ya sucede hace mucho.
Aunque puede que estas medidas estén siendo pensadas como temporales, de volverse permanentes transformarían el litigio en Colombia y nos llevarían por fin a una práctica sofisticada y moderna. Un tránsito que además llevaría a un nuevo proceso judicial que permitiría la disminución de costos para las partes y facilitaría el desarrollo de herramientas para su transparencia y eficiencia. El mundo después del Covid podría llevarnos así a una nueva forma de litigar, una más cercana al siglo XXI.
Pero aún al margen de si los cambios terminan siendo permanentes o no, lo cierto es que el confinamiento y el aislamiento social conducirán a una reinvención de la práctica de litigios. No solo en la forma como nos comunicamos con clientes y contrapartes, sino en la organización de los equipos y de los recursos usando el pragmatismo de la tecnología. Ejemplo de ello son el uso de herramientas que permitan la búsqueda inteligente de documentos o incluso la predicción de decisiones.
Sin embargo, la apuesta no se agota en el uso de herramientas tecnológicas. Esta coyuntura debe llevarnos a lograr una mayor eficiencia en la resolución de conflictos, lo que pasa no solo por acudir a medios tradicionales como el litigio, el arbitraje y la conciliación, sino a otras como la mediación, la amigable composición, el peritaje vinculante, los dispute boards y, de ser necesario, a reinventarnos con los no tradicionales como el facilitador, el estructurador y la inteligencia artificial.
El mundo después de puede ser el punto de inflexión para una nueva industria legal, una nueva forma de litigar y una nueva manera de resolver disputas.
Las multas podrían llegar a ser de hasta 2.000 salarios mínimos, unos $1.755 millones
La toma de temperatura se debe realizar en cumplimiento a los principios establecidos por la normatividad de privacidad
A pesar de la ralentización del sector, con ocasión de la crisis del covid-19 han surgido nuevas oportunidades de transacciones