Expertos piden dar más dientes a la Supersalud y vigilar con eficiencia la tercerización

Con el hundimiento de la reforma a la salud en el Congreso de la República, el sistema colombiano quedó en un limbo que preocupa a muchos académicos en medio de la pandemia, ya que pese a que consideran que este documento no era la respuesta, aún persisten y se agravan los problemas del sistema.
Los propios congresistas señalaron después del estudio que la propuesta no resuelve las barreras estructurales.

Por ejemplo, la directora del Partido de la U, Dilian Francisca Toro, afirmó que “no se trataba de una reforma estructural, pues no desarrolla la Ley Estatutaria para garantizar la salud como un derecho fundamental. La Ley Estatutaria estableció que no se puede fragmentar el sistema; es decir, no puede haber régimen contributivo y subsidiado, pero tampoco debería haber dos planes de beneficios, sino estar unificados”, afirmó.

En este sentido también se había referido en una carta la Federación Médica Colombiana al explicar que “por el contrario, contraviene la Ley Estatutaria, con lo que se pone en riesgo principios fundamentales como la destinación específica de los recursos de la salud que son públicos, la autonomía universitaria, profesional; y es regresiva respecto a los logros de la seguridad social respecto a la cobertura de servicios de salud”.

El senador Carlos Fernando Motoa, enfatizó que en un nuevo proyecto se deben fortalecer las prohibiciones en materia laboral, además de entregar garantías y prerrogativas al personal médico y administrativo.

Sobre este punto, el médico cirujano y experto en Administración de Servicios de Salud, Jorge Hernán Yepes Alzate, señaló a la UM Central que ya esto ya estaba reglamentado y se supone que la SuperSalud, el Mintrabajo y la Procuraduría investigan a las entidades que hacen tercerización. Por lo que agregó que lo que se requiere es mayor vigilancia, además de analizar “¿cómo se va a financiar para las Empresas Sociales del Estado la incorporación de la planta de personal con las prestaciones legales?”.

El presidente de la Liga Colombiana contra el infarto y la hipertensión, el doctor Luis Moya Jiménez, también aseguró que en la pospandemia el problema de raíz que debe tratarse es la corrupción.

“Antes de la Constitución de 1993 era muy común que gente vendiera su casa o su carro para poder pagar facturas médicas. Pero hoy, con el sistema actual, hay muchos beneficios que se ven empañados por la pérdida de recursos”. Por esto, para Jiménez, se debe es fortalecer a los entes de control, dándoles más herramientas, que generen beneficio para todos los actores.