El consumo de los hogares fue el gran protagonista de la economía el año pasado

Hace poco, al intervenir en un evento de Tesoreros, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, dijo que la economía colombiana no sólo recuperó el nivel de actividad prepandemia, que alcanzó en el tercer trimestre del año pasado, sino que “estamos en niveles mayores a los que habíamos tenido al ritmo que veníamos creciendo antes de la pandemia”.

Luego de contraerse 7% en 2020, una situación inédita en un país que históricamente solo había tenido una verdadera recesión a finales de los 90, la economía colombiana avanza viento en popa, con un crecimiento de 10,6% el año pasado, jalonada por el consumo de los hogares. Se trató de una cifra superior a las proyecciones más optimistas que habían planteado tanto gremios como entidades especializadas; el mejor escenario lo había previsto Asobancaria (10,3%).

Con un peso de dos tercios en el PIB, el consumo es el motor de cualquier economía.

“El consumo privado va en línea con el avance en el proceso de vacunación, el nivel de remesas, el gasto del exceso de ahorro del año de pandemia y las bajas tasas de interés”, explicó Juan Camilo Pardo, analista de Corficolombiana.

Al divulgar la cifra de crecimiento de 10,6%, el Dane reveló también que este dato, al hacer una comparación bienal contra el último año de prepandemia (2019), muestra un crecimiento real de 2,8%. Así, en 2021, el PIB a precios constantes se ubicó en $1.176 billones. Esto es $177 billones más que en 2020 y $116 billones más frente a 2019.

Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, destacó que el consumo fue mucho más relevante que la inversión y la formación bruta de capital fijo que, pese a aumentar, no mostraron el nivel de crecimiento del primero.

Por su parte, José Ignacio López, gerente de estudios económicos de Corficolombiana, anotó que este se vuelve más relevante al compara la tasa bianual de 2,8%. “En ese caso, el crecimiento del consumo de los hogares es más fuerte, siendo de 8,9%; que explica más de lo que creció la economía, que compensa temas como la caída en exportaciones”, afirmó.

Tan fuerte es el empuje del consumo, que el Emisor se ha visto obligado a subir su tasa de intervención hasta 6% para enfriar una economía en la que la demanda viene creciendo a una tasa de doble dígito.

“Hemos respondido rápido a lo que es más que un rebote de una crisis económica”, dijo Villar.

Durante 2021, el PIB a precios constantes se ubicó en $1.176 billones. Esto es $177 billones más que en 2020 y $116 billones más frente a 2019.

Con una economía que creció 8,5% en el primer trimestre de este año, pero que enfrenta un proceso inflacionario que ha llevado el IPC a acercarse peligrosamente a los dos dígitos, llega un nuevo Gobierno que tendrá el reto de tendrá que coordinar la política económica con la Junta Directiva del banco central para lograr un aterrizaje suave que no comprometa la reactivación.

Según el Marco Fiscal de Mediano Plazo, la economía crecería 6,5% este año, en línea con las proyecciones locales e internacionales, y la deuda neta del Gobierno Nacional Central llegaría a 54%.