Las regiones ganaron protagonismo en medio de la crisis e impulsaron al PIB

En las regiones se están creando y están creciendo más empresas, esta es una de las herencias del año de la pandemia y que los expertos esperan sea una tendencia de largo aliento. Con un 2020 impulsado por el teletrabajo y el home office, no solo se vio un aumento del retorno de los trabajadores a sus regiones de origen, ya que ahora pueden cumplir sus labores de forma remota, sino que muchos volvieron para crear empresa e impulsar el emprendimiento en estos lugares.

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Esta es solo una de las razones por las que, pese a la caída de 7,6% de los ingresos de las 1.000 más grandes, hubo regiones menos afectadas que otras. Por ejemplo, en Antioquia, el Centro Oriente y el Eje Cafetero las empresas presentaron mejoras en los ingresos frente a las cifras de 2019 de $4 billones, $2,8 billones y $1,1 billones, respectivamente.

Para los expertos, junto con el impulso que pudo haber llegado por parte de un mayor consumo, también se destaca la composición del tejido empresarial de cada región, además de los cierres que se hicieron a lo largo de 2020 por las administraciones locales y que afectaron de diferente manera la economía local.

Sobre el primer punto, destaca por ejemplo que en Antioquia lideran empresas como Grupo Éxito, Nutresa, EPM o ISA, compañías del sector de alimentos y energía que no sintieron la crisis en igual medida que otros como transporte o hidrocarburos. Todas estas compañías pudieron operar en medio de las difíciles condiciones y reordenaron su operación para que a los colombianos no les faltarán diversos productos.

Lo mismo ocurre en regiones como el Eje Cafetero o el Centro Oriente, que lograron impulsar sus ventas y no solo incluyeron más empresas dentro de las 1.000 más grandes, sino que ayudaron a bajar índices como la tasa de desempleo; acá el Dane destacó que 16 ciudades presentaron variación negativa en la tasa de desocupación entre febrero y abril de 2021.

Para los expertos la coyuntura evidenció la importancia de las regiones en la economía nacional, especialmente en el abastecimiento de alimentos y servicios públicos.

Lo contrario ocurre en la región Central, que ahora tiene uno de los mayores retos en la recuperación, ya que Bogotá, por ejemplo, reúne a varias empresas del sector de servicios, que por no ser esenciales tuvieron que frenar operaciones. Esto generó, según la Supersociedades, que los ingresos en la zona cayeran $48 billones a $429,3 billones; igual manteniendo 61,6% de la participación del total de los ingresos de las 1.000 empresas más grandes en 2020.

Para este año las proyecciones son buenas, pues ya con el freno de las manifestaciones y bloqueos, los organismos multilaterales esperan que la alza de la economía sea superior a 7%. Precisamente, el paro mostró la importancia de regiones como el Suroccidente, despensa de varios artículos que consumen las personas. Por ello, en el año de la reactivación, los departamentos y el tejido empresarial que construyen serán claves para que la economía salga adelante de la crisis que generó la pandemia, con la misma fortaleza con la que la soportaron.